El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, ha llamado el pasado miércoles 4 de junio a reducir el coste del transporte de mercancías en las instalaciones españolas para poder competir en el exterior y aumentar la capacidad exportadora, durante la celebración del Salón Internacional de la Logística y de la Manutención (SIL) en el recinto Monjuic de Fira de Barcelona.
Los puertos españoles "deben ganar competitividad sí o sí" porque no son baratos en el ámbito internacional, con costes de 90 euros por contenedor frente a los 50 euros en otros países, ha explicado Llorca, que ha instado a hacer un esfuerzo enorme de reducción de costes para seguir operando en los mercados internacionales.
"Quien no sea capaz de internacionalizarse no participará en el pastel global del tráfico marítimo", sobre todo ante el fenómeno de concentración de grandes navieras que, según ha avanzado, supondrá una adaptación de los puertos para acoger buques de gran calado y un aumento de peso de las instalaciones muy grandes desde el punto de vista del tránsito de mercancías.
Llorca, que ha señalado que el transporte a todo el mundo debe complementarse con los tráficos intereuropeos de corta distancia, ha añadido que el ferrocarril "es la gran asignatura pendiente" para aumentar la competitividad a nivel europeo, y ha afirmado que el Corredor Mediterráneo será una oportunidad para los puertos.
"Trabajaremos para que el binomio ferrocarril-puertos funcione en nuestro país en los próximos años", se ha asegurado Llorca, que se ha referido a la logística como una oportunidad para salir de la crisis.
Intermodalidad
Por su parte, Enric Ticó ha señalado que "triunfarán" los puertos más eficientes y con las mejores conexiones viarias y ferroviarias, y ha señalado la necesidad de mejorar las terminales para facilitar la circulación de los trenes.
Ha considerado que "ha sido un tremendo error histórico promover líneas de alta velocidad ineficientes" en España, en lugar de invertir en las conexiones viarias y ferroviarias con los puertos como ha hecho el de Sinde, en Portugal, y ha abogado por dar más facilidades en las aduanas, reduciendo las regulaciones, y por que los territorios tomen decisiones en vista de los cambios que supondrá la concentración de navieras.
En la jornada, también se han abordado los retos que supone la concentración de grandes navieras, después de que la Unión Europea haya aprobado este mismo miércoles la unión P3 entre Maersk, MSC y CMA CGM, con una capacidad del 40% de la flota mundial.