El transporte frigorífico lleva mucho tiempo alertando de los peligros de seguridad e higiene que plantea el intercambio de palets.
Con la llegada de la crisis sanitaria y sus exigentes necesidades de higiene y seguridad, el problema se ha acentuado.
Además, la pandemia también coloca a las empresas de transporte a temperatura controlada ante una mayor responsabilidad a la que hacer frente en sus operaciones.
Ante una situación que supone una amenaza real, el sector ha decidido analizar con rigorlos problemas que genera esta situación.
Así pues, en la última asamblea de Atfrie se han dado a conocer las conclusiones de un estudio elaborado por el catedrático de la Universidad de Murcia, Fulgencio Helenio Marín Iniesta, que desgrana el impacto de esta práctica, desde un punto de vista microbiológico.
En este sentido, el trabajo concluye, tras el análisis de una muestra de palets de intercambio, que en estos equipos de manutención existe material genético de una amplia variedad de bacterias, algunas de las cuales pueden ser dañinas para la salud y provocar enfermedades.
En este mismo sentido, el análisis también indica la presencia de patógenos de personas, animales y plantas en los palets no higienizados.
En definitiva, los datos científicos certifican que la exposición de estos equipos de manutención a las condiciones de transporte habituales provoca una peligrosa contaminación que puede pasar a la cadena alimentaria, dado el estrecho contacto que mantienen los palets con la que mercancía que se transporta sobre ellos, algo que implica un riesgo para las empresas de transporte frente a los clientes y que puede tener implicaciones legales.
Cuatro tipos de problemas para el transporte
Así pues, la presencia de estos focos de contaminación, plantea al transporte problemas en cuatro vertientes, según el estudio, como son los problemas higiénicos, mediambientales, de seguridad, sociales y económicos, así como los derivados del ‘Brexit’ y de la legislación británica al respecto.
En el ámbito de la higiene, esta contaminación en los palets puede generar contaminación adicional en los productos que se transportan sobre ellos, especialmente en perecederos y productos farmacéuticos.
Esto, además, es un riesgo en transportes internacionales, con cambios de los requeremientos sanitarios y fitosanitarios en función de cada país que podrían implicar devoluciones imprevistas de carga.
[sumario]La gestión de los palets por empresas especializadas podría ayudar a evitar los problemas de contaminación microbiana que genera el actual sistema de intercambio[/sumario]
De igual manera también pueden contaminarse los trabajadores que los manipulan y, de igual modo, también puede ser foco de contagio de plagas vegetales y de transmisión de enfermedades dentro del radio de actuación del transporte.
Por lo que respecta a los problemas medioambientales, el intercambio de palets provoca un sobrepeso en los vehículos que los transportan en su paleteras de aproximadamente 1.200 kilos, lo que aumenta el consumo de combustible de los camiones y la huella de carbono que generan las operaciones de transporte por carretera.
Esta situación implica, desde el punto de vista de los clientes, un problema medioambiental, ya que las operaciones logísticas son una fuente importante de emisiones, que se están esforzando en controlar.
En el terreno económnico, el intercambio puede provocar, según el estudio, problemas de seguridad vial, de robos de equipos, pérdidas económicas a las empresas que, según los cálculos de Atfrie tienen que soportar un coste de 3.000 euros por conductor, camión y año a consecuencia de esta práctica.
En conexión con este problema, las empresas de transporte tienen que asumir un coste socialen relación con la gestión de los palets, algo que muchos conductores consideran un cierto menoscabo de sus condiciones de trabajo, en un colectivo profesional envejecido, cada vez más escaso y con una mala imagen social.
Finalmente, el ‘Brexit’ implicará la aplicación de las normativas comunitarias de medidas sanitarias para impedir que la madera que entre o salga del territorio de la Unión esté contaminada con bacterias, plagas o insectos, algo que dificultaría el tránsito de palets con el Reino Unido, tanto desde un punto de vista operativo, por los controles, como económico, por los costes del tratamiento.
Ante esta situación, el estudio aboga por sustituir el actual sistema de intercambio de palets por el sistema de gestión de palets en régimen de pool gestionado por empresas especializadas que solucionarían la mayor parte de los problemas que actualmente plantea esta práctica.
Según los responsables del análisis, el coste que supondrá el manejo, higienización,almacenamiento y distribución de los palets, cobrado mediante un alquiler compensará con creces por la eliminación de todos los perjuicios que causa el actual sistema, al tiempo que generará beneficios que ahora no se perciben.