Primafrío llevará su experiencia en la logística refrigera a los Estados Unidos.
A la hora de lanzarse a nuevos mercados, las empresas quieren ir sobre seguro en la medida de lo posible para intentar asegurar un aterrizaje acorde a las expectativas que no ponga en riesgo otros mercados ya consolidados.
En este sentido, suele ser bastante habitual que los compañías que intentan posicionarse en nuevos países confíen a sus proveedores habituales una parte importante del desembarco en los nuevos mercados, aprovechando que ya conocen al dedillo sus procesos y operativa.
Esto es precisamente lo que ocurre con Lidl y Primafrío. La empresa alemana de gran distribución saltó el charco para iniciar su andadura en los Estados Unidos en 2017 con un ambicioso plan de expansión por el país que, sin embargo, no ha cuajado en la medida que esperaba la compañía germana, ya que frente al centenar de nuevos establecimientos que se preveían para el pasado verano, finalmente solo se han producido 53 aperturas.
A juicio de los expertos en el mercado estadounidense de gran distribución, Lidl podría haber realizado debido elecciones dudosassobre el formato y la ubicación de sus centros, al tiempo que podría haber errado en la política de precios.
Esta situación hace que Lidl se haya replanteado radicalmente su presencia en el mercado estadounidense, con el fin de comprender mejor el comportamiento de los consumidores norteamericanos y fijar su propia filosofía sobre el terreno, con vistas a, si sale bien la experiencia, extender su modelo de negocio a Canadá y México, y de allí a Iberoamérica.
Para el ámbito de la logística a temperatura controlada, la empresa alemana se ha fijado en Primafrío con el fin de que lleve a los Estados Unidos su experiencia en el transporte frigorífico internacional en esta nueva etapa. Se trata de implantar en este nuevo mercado sus procesos en un escenario de colaboración, con el fin de optimizar su cadena logística y de transporte y poder ofrecer precios competitivos en un mercado muy duro.