Es evidente que el BIM (Building Information System) es presente porque nadie pone en duda la necesidad de implantar sobre la construcción esta metodología actualmente, pero es futuro porque aún falta mucho recorrido para poder afirmar que el BIM está implantado en toda su amplitud de metodología y en todas las fases de la construcción.
El BIM nació ante la necesidad de evolucionar y modernizar el modelo de construcción tradicional que, comparativamente a otras actividades como la industria, no había incorporado la evolución de la tecnología a sus procesos de trabajo y producción.
A nivel privado la implantación del BIM depende totalmente de la inversión que cada empresa sea capaz de destinar al desarrollo de este, pudiendo escoger sobre el mercado actual gran variedad de softwares y empresas consultoras.
La dificultad actual del BIM, radica en la unificación y estandarización de procesos y protocolos de trabajo que se hacen obligatoriamente necesarios para poder gestionar la gran cantidad de información que se genera en un proyecto y la necesidad además de que se haga de manera colaborativa.
Existen varias iniciativas para el desarrollo y estandarización del BIM. A nivel europeo podemos encontrar EU BIM taskGroup y a nivel nacional se encuentra esBIM, promovido por el ministerio de Fomento.
Otros países empezaron mucho antes este camino y se nota, los más destacados: EE. UU., Países Nórdicos, Reino Unido y Australia, aunque China, Corea se han subido muy rápido al tren.
Ante la necesidad urgente de alcanzar al resto de países que llevan trabajando en esta línea desde hace ya varios años, en España se plantea como objetivo que para 2020 y para todos los concursos públicos y en todas sus fases, como el diseño, la construcción y el mantenimiento, sea obligado el BIM.
En la primera fase de cualquier proyecto, el diseño, es donde el BIM está más desarrollado en nuestro país. Son muchos los fabricantes y distribuidores los que han realizado ya bibliotecas de sus productos en BIM para que las arquitecturas e ingenierías puedan implantar de manera ágil y fácil sus productos en sus proyectos.
Al ser un elemento diferenciador sobre la competencia, de momento, la inversión de los fabricantes ha sido muy activa en este punto. Nadie duda sobre el atractivo de un modelo 3D en pantalla respecto a un plano en papel.
Otra cosa es la construcción y su gestión en BIM donde existen también diferentes softwares que te permiten, por ejemplo, realizar una planificación detallada y seguimiento de la construcción, incluso de sus costes.
El primer problema en este sentido en la necesidad de modelar tal y como se va a construir, un punto a priori sencillo, pero que en la práctica hace que los elementos simples, se transformen en elementos más complejos y pesados. Otra problemática que se presenta en esta fase es el tiempo de ejecución, en la mayoría de los casos muy ajustado que obliga a realizar las gestiones de cambios o ejecución de manera muy ágil sobre el modelo y actualizaciones constantes.
Por último, tenemos el mantenimiento, el gran abandonado. Realmente el BIM permite una gestión del mantenimiento del edificio ideal, disponiendo de toda la información dentro del modelo y gestionando las revisiones periódicas de todos los elementos que comprenden el edificio, incluso para edificios complejos, existen ya softwares específicos que trabajan completamente integrados en los modelos para el mantenimiento.
Para poder llevar a cabo un mantenimiento efectivo debe haber cultura de mantenimiento de los edificios, cosa que en este país todavía está por llegar.
Se ha recorrido camino, pero queda mucho que recorrer todavía y será necesario que las administraciones públicas, junto con el sector privado, continúen invirtiendo recursos y dinero en este desarrollo.
Joan Carles Aguado Director Técnico de GSE