El gobierno portugués ha vendido el 61% de la aerolínea TAP, que controlaba desde hace 40 años, al consorcio liderado por el director ejecutivo de la aerolínea Azul, David Neeleman, por 354 millones de euros, una privatización con unos resultados "muy positivos" según la compañía lusa, desde la que aseguran a los trabajadores que deben tener "confianza en el futuro".
Finalmente, ha sido Neeleman quien se ha adjudicado el concurso lanzado por la administración lusa frente a Germán Efromovich, empresario y ejecutivo de la aerolínea colombiana Avianca, que ya en 2012 intentó hacerse con TAP y que afirmó tener aviones parados y nuevos en España en espera a adquirir la aerolínea lusa, incluyendo ambas ofertas una renovación de 50 aviones para la empresa.
Con esta venta culmina el intento de sanear la situación de la aerolínea lusa tras una privatización que enfrentó a la compañía con sus pilotos y provocó una huelga de 10 días por parte del colectivo, con unas pérdidas para la compañía de unos 35 millones de euros según los cálculos de la aerolínea.
Además, con el 61% de la aerolínea en sus manos, Neeleman tendrá la opción de comprar el 34% restante del capital en los dos próximos años.
Por su parte, los trabajadores recibirán el 5% del capital de la aerolínea, según el diseño inicial, a pesar de que estos reclamaban una participación de entre el 10% y el 20% en la empresa cuando fuese privatizada.