La reunión de ayer, 16 de junio, entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y los representantes de la Plataforma para la Defensa del Transporte se ha saldado con un sonoro desencuentro.
Si, por un lado, Transportes ha asegurado que se ha llevado a cabo "en un tono constructivo", Plataforma, por su parte, afirman que no le valen "las propuestas en el tiempo ni las promesas vacías".
En un duro comunicado, la institución, que dice ser una "organización al margen y distinta a todo lo que de aquí para atrás hemos tenido", asegura que "los transportistas no vamos a tolerar dilatar más en el tiempo medidas que, por pura justicia y necesidad, deberían de estar puestas en marcha y aplicándose contra todos esos cargadores abusivos y sin consideración del ahogo económico que supone sus altas comisiones dando lugar a nuestra falta de rentabilidad y en consecuencia a la quiebra económica".
Por todo ello, ha convocado reuniones el próximo 26 de junio para decidir si se reactiva el paro del pasado mes de marzo, ante lo que considera incumplimiento por parte del Ministerio para contar antes de final de mes, algo harto difícil, sino imposible, desde un punto de vista de técnica legislativa, con una norma que "proteja nuestros costes de explotación cuando realicemos un servicio", algo que, según su criterio, "hace imposible que podamos replantear mantener la actividad en los próximos meses".
Medir fuerzas en un momento distinto
De igual manera, la institución sigue cargando duramente contra el Comité Nacional del Transporte, al que acusan de "juego sucio".
Así pues, Plataforma medirá sus fuerzasla semana próxima para decidir si vuelve a parar. Según diversas fuentes, la unanimidad que se vivió durante marzo en favor de las movilizaciones podría no volver a repetirse, dadas las divisiones internas que se han producido en algunos territorios y a las graves consecuencias legales que han tenido algunos de los manifestantes de entonces, circunstancia que se conoce en el sector y que podría echar para atrás a los pequeños y medianos transportistas.
En este mismo sentido, el momento económico es ahora incluso peor que el de marzo. Además se unen el alto volumen de trabajo que representa la temporada alta veraniega para el transporte, una menor crispación en el sector y el hecho de que los precios de los servicios han crecido en términos generales, salvo en algunos segmentos en los que el poder negociador de los transportistas es ínfimo.