Tras un 2022 marcado por diferentes desinversiones que han hecho que sus ventas hayan retrocedido hasta colocarse en los 344 millones de euros, Pérez y Cía afronta un 2023 en el que mantendrá su estrategia de expansión y contratación, con la vista puesta en consolidar su posición de mercado y rentabilidad.
Por filiales, MPG, la transitaria del grupo, ha cerrado 2022 con unas ventas de unos 160 millones de euros y con un volumen de carga próximo a los 100.000 TEUs, dónde se comenzaron a sentir los volúmenes de su reciente apertura de oficina en Brasil.
Por otra parte, la agencia marítima de Pérez y Cíaha terminado el pasado ejercicio con la apertura de cuatro nuevas oficinas internacionales. Tres de ellas en las localidades marroquíes de Tánger, Casablanca y Agadir, así como otra más en Guyana.
A su vez, la división de Proyectos y Fletamentos ha fletado el año pasado más de 75 buques de breakbulk y heavy lift, mientras que, por otra parte, ha cerrado acuerdos estratégicos con diversas empresas de ingeniería renovables para focalizarse en la generación offshore, segmento en el que espera crecimientos próximos al 30% sobre los volúmenes de 2022.
Por otro lado, Carmar, la filial del grupo dedicada a actividades logísticas, ha continuado con su estrategia de renovación de flota y sostenibilidad con la adquisición de semirremolques e inversión en mejora de equipos ya existentes.
Finalmente, Copitrans, la división de transporte terrestre de la compañía, ha movido en todo 2022 más de 40.000 contenedores en un contexto inflacionario y de subida de costes de transporte que le llevado a consolidar sus márgenes con una estrategia de contención de costes.
