El Ayuntamiento de Pamplona ha empezado esta semana los trabajos para definir e implantar su Zona de Bajas Emisiones.
En este sentido, la capital navarra a instalar diez equipos de medición de la calidad del aire y del ruido, cincuenta puntos de aforo de vehículos y lectura de matrículas y 375 sensores de aparcamiento destinados a plazas de carga y descarga, plazas destinadas a personas con movilidad reducida y plazas reservadas.
Este proyecto de Zona de Bajas Emisiones tiene como objetivo, según el consistorio, convertir la ciudad en un espacio más saludable, menos contaminado y sin ruidos, mediante la reducción paulatina de la circulación de vehículos contaminantes, a la vez que se favorece la movilidad peatonal y ciclista, el transporte público y la mejora de la ciudad y desu espacio público.
La instalación de esta nueva tecnología de sensores, medidores y aforadores servirá para realizar un diagnóstico previo que determine en qué punto se encuentra Pamplona en materia de emisiones contaminantes y calidad ambiental, que serviá de base para tomar decisiones.
Concretamente, el Ayuntamiento trabaja en la línea de convertir el casco antiguo de la capital navarra en la primera Zona de Bajas Emisiones de la ciudad, con la previsión de que las posibles restricciones que se puedan implementar no afecten a los vecinos o a los negocios vinculados al comercio y la hostelería de la zona.
Asímismo, posteriores estudios y análisis con los datos de la tecnología que se va a instalar en la ciudad servirán para valorar otras medidas como la ampliación o expansión del área restrigidas a otras zonas de la ciudad.