Tradicionalmente, la gestión de la logística inversa que generan las devoluciones de los pedidos de comercio electrónico ha sido vista, dentro del ámbito de la organización de la cadena de suministro, como un generador de costes que debe ser evitado a toda costa.
Sin embargo, el tratamiento y puesta en valor de los productos devueltos, puede devenir en una nueva fuente de negocio para las empresas que desde hace largo tiempo están lanzadas en incorporar nuevos servicios que se añaden a los puramente logísticos que ya venían ofreciendo.
Este es el caso del proyecto conjunto desarrollado por Worten e ICP Logística, ganador del último Premio CEL Empresa, que se centra en transformar una experiencia desagradable como es la devolución de los pedidos de comercio electrónico en algo que permita aportar valor al cliente, ofreciéndole alternativas por medio de vales de fidelización, entre otras posibilidades.
El proyecto también busca dar una segunda vida a los objetos devueltos, que, en el caso de Worten, al ser electrodomésticos y productos electrónicos pierden valor con gran velocidad a partir de las 24 horas de compra.
En este sentido, el trabajo de ICP, destilado por medio de técnicas lean de mejora continua, se centra en reparar los productos dañados para volver a colocarlos en el mercado y sustituir aquellos componentes defectuosos.
El director de Desarrollo de Negocio de ICP, Juan Pablo Jiménez, fué el encargado de presentar el proyecto mercedor del premio CEL Empresa.