Tras casi seis meses de pruebas, el pasado martes 8 de septiembre, Transfennica Logistics, ponía en marcha el primer tren para carga contenerizada, que enlaza las terminalesIFB Zomerweg en Amberes con la terminal de RSM en Hendaya.
Tras las pruebas realizadas en los últimos meses, con sendos trenes en la fachada atlántica desde Hendaya y en la fachada mediterránea desde Morrot, finalmente ha sido la primera la que se acaba de poner en servicio.
Es la primera vez que Transfennica se sube al tren en Europa. Con dos frecuencias semanales, este 'block train' explotado comercialmente por la división Transfennica Logistics, sale los martes de Amberes y con un tiempo de transito de menos de 24 horas, llega el jueves a Hendaya. La circulación de vuelta, sale de Hendaya los viernes, para llegar a Amberes los lunes.
En combinación con la red existente de las líneas marítimas de Transfennica, Transfennica Logistics además proporciona 'soluciones synchromodales' con Finlandia, Reino Unido, Países Bálticos y Rusia.
De esta forma, la utilización de terminales locales y una disponibilidad rápida, eficiente y de fácil manejo de la carga a bordo, junto con el amplio abanico de colaboradores existentes, garantiza una rápida entrega en destino.
Este nuevo servicio 'puerta a puerta', recoge mercancías de los clientes del Grupo Spliethoff en toda España, bien directamente en contenedores de 45" o en cross dock en camión hasta Bilbao o Irún, desde donde se realiza el acarreo hasta Hendaya. Esto permite establecer conexiones multimodales más rápidos y frecuentes desde el Benelux hacia España y viceversa.
Este nuevo servicio, que viene a paliar el abandono a finales de diciembre de 2014, de los servicios ro-ro de la autopista del mar” que se venían prestando entre Bilbao, Portsmouth y Zeebrugge como consecuencia de la entrada en vigor el 1 de enero de 2015 del nuevo requisito del Anexo VI de MARPOL sobre reducción del contenido de azufre en los combustibles marinos en las zonas de control de emisiones de azufre (SECAs) y el aumento en los costes de las navieras por el nuevo combustible, estimado en un 50%, que llevó a la naviera a tomar la decisión de cancelar este servicio.