La distribución urbana busca mejorar servicios sin perjudicar la rentabilidad.
La última milla plantea retos logísticos de gran calado, en un escenario de creciente incertidumbre marcado por el importante y prolongado crecimiento de los volúmenes del comercio electrónico, así como por las cada vez más extendidas restricciones en los accesos a los principales núcleos de población.
En este escenario, cada vez más empresas ensayan el uso de plataformas logísticas urbanas avanzadasque les permitan atender la distribución urbana centrados en mejorar la rentabilidad de estos servicios.
Para estos espacios se suelen buscar ubicaciones en el centro de las principales ciudades, pero alejados de los principales ejes comerciales, por motivos de precio de los alquileres.
Sin embargo, Corpfin parece haberse saltado esta norma en el proyecto que lleva a cabo en un establecimiento comercial de Valencia adquirido a El Corte Inglésy que quiere reconvertir en una plataforma logística de 1.800 m² para dar servicios de distribución de última milla.
De hecho, la compañía ya ha adquirido cinco inmuebles de características similaresen diferentes puntos del país por valor de 80 millones de euros para acometer proyectos logísticos urbanos parecidos.
Este mismo mes, el fondo de inversión Azora ha puesto en marcha, en colaboración con CBRE, un vehículo de inversión para el desarrollo de centros avanzados de distribución de última milla por un importe aproximado de 250 millones de euros durante tres años para el desarrollo de una red urbana de plataformas logísticas.