Los trágicos incidentes ocurridos en los puertos de Tianjin y Beirut en 2015 y 2020 respectivamente han marcado una década de creciente preocupación sobre la seguridad de las mercancías peligrosas almacenadas en los puertos, terminales y otras instalaciones de almacenamiento.
La Asociación de Coordinación Internacional de Gestión de la Carga, ICHCA, la Asociación Internacional de Propietarios de Buques de Mercancías Peligrosas, IVODGA, la Oficina Nacional de Carga de Estados Unidos, NCB, y el Consejo Marítimo Mundial, WSC, han unido fuerzas para analizar este asunto y desarrollar guías sobre buenas prácticas en forma de un Libro Blanco y un Checklist.
A la vista del aumento de mercancías peligrosas transportadas en contenedores marítimos y de los graves incidentes ocurridos, sumados a una serie de accidentes de menor gravedad, exigen el desarrollo de estas guías para un almacenamiento seguro y para la gestión de mercancías peligrosas dentro de los almacenes, incluyendo los que se encuentran en puertos y terminales.
Así, el Libro Blanco especifica que el almacenamiento de mercancías peligrosas en una instalación, ya sea de manera temporal o a largo plazo, exige una cuidadosa planificación y supervisión, así como una serie de diligencias continuas.
Medidas, procesos y protocolos de actuación
En este sentido, aunque existen regulaciones internacionales, nacionales e incluso locales para las mercancías peligrosas en tránsito en varios modos de transporte, no hay un equivalente directo para su tratamiento en almacenes.
Tanto el Libro Blanco como el Checklist que le acompaña detallan los riesgos involucrados en el almacenamiento y la gestión de este tipo de mercancía, así como las medidas que deben tenerse en cuenta para su tratamiento. Entre los temas tratados, se encuentran las competencias y formación de los trabajadores, la construcción de las instalaciones, la protección anti-incendios, los protocolos y equipos de seguridad, y los procedimientos de respuesta ante emergencias.
Se trata de una guía práctica que introduce procesos sistemáticos para la gestión y operativa en los lugares de almacenamiento, de forma que se garantice la seguridad y que puedan detenerse los posibles incidentes en caso de producirse. En cuanto al Checklist, de 14 páginas, se ha diseñado como una herramienta de planificación y revisión de uso diario para mantener la vigilancia sobre la gestión de la seguridad.
Los cuatro organismos involucrados han compartido ya su trabajo con los principales reguladores del sector y con la Organización Marítima Internacional, y están abiertos a trabajar junto a ellos en el desarrollo y la definición de instrumentos de seguridad, códigos y circulares.