En línea con los esfuerzos de la industria naval para conseguir la descarbonización del transporte marítimo, Alfa Laval ha desarrollado la tecnología E-PowerPack, capaz de transformar calor residual directamente en energía eléctrica, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
En el futuro, vendrán innovaciones como pilas de combustible y muchas otras, pero el primer paso debe ser aprovechar la energía que ya existe a bordo. Este sistema será clave para alcanzar el objetivo común de la industria de la neutralidad en carbono, pero también puede usarse para mejorar el índice de eficiencia energética y el indicador de intensidad de carbono de la embarcación.
Se trata de una solución autosuficiente que puede generar electricidad a partir de muchas fuentes diferentes de calor a bordo, como el calor residual de los gases de escape, que constituye el 50% de la energía proveniente del combustible quemado, y líquidos a baja temperatura como el agua de las camisas del motor.
Las flotas pueden usar el E-PowerPack para reducir su consumo de combustible, sus emisiones y sus costes, sin importar con qué combustibles operen hoy en día. En aquellas embarcaciones que cuenten con un exceso de vapor tras decantarse por un combustible bajo en azufre, se transformará este exceso en una fuente de energía gratuita.
Además, esta tecnología se hará imprescindible a medida que la recuperación de energía sea cada vez más importante para pasar al metanol verde y el amoniaco.
En este sentido, ambos son más caros y tienen menos densidad energética, por lo que para que la cantidad de combustible que transporte sea viable, las embarcaciones necesitarán utilizar toda la energía que contienen. El E-PowerPack será fundamental para alcanzar el equilibrio energético.