La Comisión Marítima Federal ha cerrado esta semana un acuerdo de conciliación alcanzado con Hapag-Lloyd mediante el que la naviera acepta abonar una multa de dos millones de dólares, equivalentes a 1,87 millones de euros al cambio.
Esta cantidad se hará efectiva ante el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y se depositará en el Fondo General del país, para cubrir las responsabilidades que pudiera tener el grupo por los cargos cobrados por retrasos y detenciones en sus servicios de transporte marítimo.
Con esta decisión, la institución estadounidense asegura que “debemos asegurarnos de que las grandes navieras cumplan la Ley de Transporte Marítimo cuando traten con importadores y exportadores estadounidenses".
Este acuerdo de conciliación tiene su origen a finales del pasado mes de abril cuando se determinó que la naviera no cumplía las normas estadounidenses en materia de cargos por retención o retraso.
Las navieras están en el punto de mira de las autoridades estadounidenses por el importante papel que juegan en el movimiento global de mercancías.