Según informa Expansión en su edición de Cataluña, la edificación del proyecto completo se realizará por fases y se prolongará durante diez años. Este año arrancarán los trabajos de urbanización y está previsto que en 2012 se edifique la primera nave, con una inversión de 130 millones de euros. Las instalaciones ocuparán una superficie de 300.000 metros cuadrados, con otros 100.000 metros destinados a servicios. La inversión global ascenderá a 360 millones de euros, según explicó ayer Enric Casi, consejero delegado del grupo de moda durante la presentación de libro El corazón de Mango, de Andrea Gay y Humberto Salerno.
El proyecto de Lliçà arrancó en 1999, cuando Mango compró unos terrenos de un millón de metros cuadrados en el polígono Can Montcau, en Lliçà d’Amunt, con el objetivo de instalar en la zona su nueva sede mundial. Los trámites administrativos han retrasado el proyecto durante más de una década. El proyecto incial pasaba por invertir 120 millones de euros en la construcción de un centro logístico pero el crecimiento vertiginoso de la compañía, que este año prevé abrir más de 500 tiendas, ha disparado el proyecto.
Casi explicó ayer que se construirá una nave central y a su alrededor se levantarán ocho o nueve plantas más en función de las necesidades de crecimiento del grupo. La actual planta de Parets del Vallès se mantendrá como apoyo de la nave de Lliçà, así como la planta que Mango tiene en China.En cuanto a los planes de futuro, Enric Casi indicó que el producto de Mango “no se puede masificar mucho”, por lo que anunció que “cuando la compañía alcance las 4.000 tiendas, se pensarán otras marcas”. Actualmente el grupo tiene 1.756 establecimientos.
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