Maersk recibirá 27 buques hasta finales de 2018 para reemplazar unidades más antiguas y menos eficientes.
En un contexto de sobrecapacidad de la industria marítima, Maersk Line acaba de incorporar a su flota el buque Madrid Maersk, con capacidad para 20.568 TEUs, que forma parte de una serie de 11 embarcaciones Triple-E encargadas en 2015. En total, recibirá 27 buques hasta finales de 2018para reemplazar unidades más antiguas y menos eficientes.
Entre ellos, también se incluyen nueve embarcaciones con capacidad para 15.226 TEUs y siete con capacidad para 3.596 TEUs. Todos estos encargos corresponden al 11% de la flota actual, una cifra relativamente pequeña teniendo en cuenta que la media del mercado está en el 15%.
De hecho, la tasa de utilización de sus buques en las rutas principales ha llegado al 93% en 2016, lo que ha impulsado a la naviera a incorporar capacidad adicional en los servicios que ofrece para seguir creciendo.
No obstante, cuenta con un elevado número de buques fletados a corto plazo, lo que le permite una mayor flexibilidad para ajustar la capacidad de su flota cuando recibe nuevas embarcaciones. El grupo espera crecer este año un 3%, pero en el caso de que esto no fuera así, tiene capacidad suficiente para ajustar su red a las nuevas condiciones del mercado.
Para mantener este sistema de gestión de la capacidad activa, también recicla viejos buques o unidades inactivas e innecesarias, con el fin de adaptarse a la demanda. En esta línea, en el primer trimestre de 2017, ha enviado al desguace a siete panamax y ha retrasado el segundo encargo de buques de Clase H con capacidad para 15.226 TEUs por seis meses más.