En cuatro años de actividad, un transportista cubre unos 370.000 km.
Que el oficio de transportista profesional resulta físicamente agotador no es una novedad. Pero basta con recurrir a las cifras para darse cuenta de hasta qué punto la profesión puede resultar extenuante. Red Tortuga ha querido, de esta manera, poner de relieve las dificultades de la profesión.
Una de las conclusiones más sorprendentes a las que se ha llegado es que en cuatro o cinco años de actividad, un conductor cubre, de media, 370.000 km, la mista distancia que hay entre la Tierra y la Luna. Por tanto, si se mantiene activo durante 40 años, recorrerá fácilmente 80 veces el diámetro del planeta.
Para llegar a estas cifras, se han tenido en cuenta datos oficiales, según los cuales, en España, la cifra de kilómetros mensuales recorridos por un transportista, a una velocidad media de 50 km/h, asciende a 6.750 km. Esto supone unos 81.000 km al año.
En realidad, se trata de un cálculo optimista, ya que en muchos casos los profesionales del transporte se ven sometidos extraoficialmente a jornadas mucho más largas de lo que indican las cifras. De hecho, algunos transportistas pueden llegar a duplicar la media oficial.
En línea con estas estimaciones moderadas, un transportista profesional cubriría cada año, más de nueve veces, la distancia entre Madrid y Pekín, y durante toda su vida profesional, realizaría este mismo trayecto 368 veces de media.
Estas comparaciones ponen de manifiesto la necesidad de dignificar la figura del conductor profesiona, que en ocasiones no recibe el trato adecuado, pese a contar con una gran responsabilidad.