Como miembro del Comité Madrileño de Transporte, la Asociación de Transportistas Autónomos se ha reunido esta semana con el coordinador general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid para reclamar la aprobación de una moratoria en el calendario de renovación de flotas.
Según este, de cara al 1 de enero de 2023, cualquier vehículo pesado tipo A, sin distintivo ambiental, no podría entrar en el distrito Centro de la capital, y quedará prohibido el acceso a los vehículos ligeros de menos de 3.500 kg tipo B, matriculados antes del 2014.
Del mismo modo, el calendario señala que desde enero de 2025, la prohibición se extendería a vehículos pesados de más de 3.500 kg con distintivo B. Sin embargo, ambos supuestos no son posibles de cumplir para el sector en las fechas y modo señalado debido a la poca oferta existente y al "exagerado precio de adquisición" de vehículos pesados de energías alternativas.
A día de hoy, lo más viable es seguir apostando por el diésel, pero la decisión crea inseguridad en el colectivo, ya que no se sabe durante cuántos años se permitirá el tráfico de estos vehículos por el centro. Además, los vehículos de distribución urbana suelen tener plazos de amortización largos, ya que recorren pocos kilómetros al año.
A ello se añade que los plazos de entrega de los concesionarios cuando se adquiere un vehículo nuevo llegan a sobrepasar el año en algunos casos, por lo que si un transportista renueva hoy, no podría estrenar el modelo adquirido antes del 1 de enero de 2023 y le sería imposible cumplir con el calendario fijado.
Peligro de desabastecimiento
El panorama, dicen desde ATA, "no pinta nada bien para aquellos transportistas que realizan su trabajo en el distrito Centro". Por ello, es preciso aprobar una moratoria que permita que la renovación de flota sea "asequible y viable".
"Nos estamos jugando tanto los puestos de trabajo de muchos profesionales como el abastecimiento de la ciudad", explican en la Asociación, que insiste en señalar que no existe rechazo por parte de las organizaciones a proceder a la renovación, sino que consideran imposible cumplir con los plazos señalados, con las graves consecuencias que ello podría acarrear.
Por último, se ha trasladado al Ayuntamiento la necesidad de ampliar los horarios acceso al centro para evitar la concentración del tráfico y la saturación de las zonas de carga y descarga en ciertas horas del día.