Antes de que se cerrara el campamento de inmigrantes de Calais, se produjeron episodios de amenazas y violencia contra los transportistas.
La Asociación de Transporte de Mercancías de Reino Unido, FTA, que representa a la mitad de la flota terrestre del país, ha solicitado a las autoridades francesas aparcamientos más seguros para los transportistasque realizan operaciones transeuropeas en la zona de Calais, debido al cierre de cuatro áreas de descanso en la A-16 y la A-26 hasta el 30 de junio de 2017.
Esta decisión que el gestor de autopistas galo Sanef, justifica por los problemas que está generando el retorno de los inmigrantes a la zona tras el cierre de los campamentos en 2016, ha reducido drásticamente el número de lugares en los que los conductores británicos pueden descansar en sus viajes hacia o desde el puerto.
Legalmente, los transportistas deben parar en determinados momentos y es importante que puedan hacerlo en zonas seguras donde sus camiones estén a salvo. Por tanto, el cierre de estas áreas les obliga a encontrar otros puntos, en los que podrían exponerse al riesgo de que los inmigrantes entren en el vehículo o incluso dañen los camiones o la carga, lo que supondría multas innecesarias para los empleados, ante la posibilidad de que vuelvan a reproducirse los ataques a los conductores.
Evitar las multas a los conductores
Por ello, algunos operadores han impuesto a sus conductores la obligación de no parar en una zona de unas 50 millas alrededor de Calais, en un intento de evitar las multas de 2.000 libras (2.305 euros) para los conductores por cada polizón descubierto.
Además, existe un programa al que pueden acogerse para conseguir protección si se localizan inmigrantes en su vehículo pese a haber tomado todas las precauciones, el 'Border Force Civil Penalty Accreditation Scheme'.