Tras romperse las negociaciones entre los sindicatos e Iberia para alcanzar una cuerdo de viabilidad y reestructuración de la compañía, los sindicatos UGT, CCOO, USO, Sitcpla, CTA Vuelo y Asetma, califica de “lamentable”y constatan que la dirección de Iberia “ha dejado de tener la autonomía necesaria para llegar a acuerdos con los representantes de los trabajadores”.
Los sindicatos cree que los negociadores de la empresa “han sido incapaces de ofrecernos ninguno de los elementos imprescindibles para dotar de futuro a Iberia, porque ya no está en sus manos hacerlo”. Por ello, los representantes de los trabajadores denuncian que el último movimiento de la empresa ha sido la entrega de una plataforma cerrada, desvinculada de los acuerdos alcanzados en diciembre en el SIMA, en formato de paquete “indivisible e innegociable”.
En concreto, señala que la dirección de la empresa es “incapaz” de ofrecer un compromiso real de crecimiento, a partir de 2014, después de reducir la capacidad en un 10% en 2013. Además, “no especifican la cantidad y calidad de las inversiones anunciadas para la duración del plan de futuro que estábamos negociando” y “ni siquiera se comprometen a fondo con la utilización exhaustiva del ERE 72/01 para solucionar los excedentes de plantilla”.
Nula voluntad de acuerdo
Además, los sindicatos también denuncia que “la dirección demuestra además su nula voluntad de llegar a acuerdos cuando se niega a prorrogar, ni un solo día más, el plazo que fijamos como fecha orientativa en diciembre pasado” y cree que la “inflexibilidad” en los plazos es garantía de fracaso. No nos queda duda, aseguran, “de que si la dirección nominal de Iberia no ha respetado los acuerdos del SIMA es porque IAG no se lo ha permitido”.
La mesa sindical entiende que los objetivos de IAG de “pasar de 300 millones de euros de pérdidas a 300 millones de beneficios en el plazo de tres años en Iberia es demencial, máxime en la actual coyuntura económica”.
En el último consejo de Iberia se aprobó proseguir la negociación en la senda de lo pactado en el SIMA y al día siguiente el de IAG desautorizó cualquier avance en ese sentido. Por ello, “una vez confirmada la falta de capacidad de quienes figuran como directivos de Iberia para cumplir sus compromisos, solo nos queda la salida de la confrontación, empezando por dirigirnos nuevamente al propio SIMA para plantear el único recurso que nos dejan: la conflictividad”.