El Propeller Club Barcelona ha celebrado un nuevo almuerzo-coloquio, con Lluís Salvadó, presidente del puerto de Barcelona y socio de honor del Propeller Club Barcelona, como invitado.
Salvadó expuso en este encuentro los diez retos estratégicos que está afrontando el puerto, empezando por la descarbonización de la actividad portuaria, lo que les ha llevado a invertir 110 millones en la electrificación de muelles, para que los barcos conecten sus motores a la red eléctrica. En un período de entre cuatro y cinco años, todos los muelles estarán electrificados.
En el ámbito de las energías renovables, se refirió a la apuesta de la comunidad portuaria para desplegar la energía fotovoltaica. En una primera fase, que durará dos o tres años, se alcanzarán los 100 megavatios.
El segundo de los retos es la mejora de las infraestructuras ferroviarias y el incremento de la intermodalidad. Respecto a los accesos ferroviarios, ya se están redactando cuatro proyectos ejecutivos y en cinco o seis años, el puerto debería tener una conexión ferroviaria mucho más competitiva.
Ligado a la intermodalidad, el tercer reto es seguir potenciando el hinterland, aprovechando la terminal marítima de Zaragoza, y desarrollando terminales intermodales en el Penedès, en Gerona, en Lérida y en el Ebro para facilitar la exportación y la importación de mercancías.
El cuarto está vinculado a las infraestructuras portuarias. Lluís Salvadó mencionó obras en proceso de licitación, como las del muelle Contradique norte, con 22 millones, las del Muelle de la Energía, con 80 millones, o la prolongación del Muelle Adosado que concentrará una inversión superior a los 50 millones.
El siguiente está ligado a la ampliación en la parte sur del enclave con el despliegue del Muelle Catalunya, que permitirá el incremento de superficie y disponer de calados para atender a grandes portacontenedores. Las actuaciones en marcha suman una inversión de 30 millones.
Otros desafíos
El sexto desafío pasa por acoger la celebración de la Copa América de Vela, y la transformación del Port Vell es el séptimo reto. Este área quedará abierta a la ciudad, al igual que ocurrirá con el Muelle de Pescadores.
El octavo reto está vinculado a la Economía Azul, la innovación y la formación, con iniciativas como el Tech Barcelona, el Pier01, la Escola Europea Intermodal o el Instituto de Logística de Barcelona. Además, el Blue District reunirá a empresas relacionados con la Economía Azul.
Otro de los objetivos que afronta el puerto está relacionado con los cruceros. Se creará un Consejo de Sostenibilidad que reunirá a la parte privada y a la pública para impulsar iniciativas que permitan transmitir una visión más real del sector, y acciones para reducir su impacto en la ciudad.
El último reto al que se refirió el presidente fue el de “ser un puerto más eficiente, especialmente en el ámbito tecnológico”. Se está desplegando tecnología 5G y se ha hecho una inversión importante para reforzar y hacer más competitiva la plataforma Portic.