La inminente liberalización del transporte ferroviario de pasajeros en España el próximo 31 de julio ha puesto en máxima expectativa a los operadores ferroviarios privados. Además, esta reconversión del sector ferroviario en España, que supone la división de Renfe en cuatro compañías independientes, debería favorecer definitivamente la potenciación del transporte de mercancías, abierto a la competencia desde el año 2005 pero que no termina de alcanzar una cuota significativa en nuestro país.
Es evidente que los operadores privados deben estar calibrando mucho los riesgos que supondrá introducirse en el sector de viajeros, tras el descalabro que ha supuesto en la mayoría de los casos su apuesta por la liberalización del tráfico de mercancías, un mercado pequeño y que además sigue controlado en un 90% por Renfe.
Por ello, Acciona Rail, Comsa Rail, Continental (ACS), Tracción Rail (Azvi) y Logitren (Torrescámara) agrupadas en la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP) ha pedido al Gobierno “jugar con garantías y en igualdad de condiciones” frente a Renfe en este nuevo partido que se inicia. En este sentido, exigen que la citada fragmentación del operador público en cuatro empresas sirva para incentivar la competencia en viajeros y mercancías.
La división del operador público en cuatro compañías ya es efectiva: una gestionará el transporte de viajeros, otra el de mercancías, una tercera el mantenimiento de infraestructuras y la última el alquiler de material rodante al resto de operadores, denominada Rosco.
Temores y suspicacias
Precisamente estas dos últimas filiales son las que más suspicacias levantan a los operadores privados, que exigen se garantice acceso al mantenimiento de trenes en las mismas condiciones que tendrá la empresa pública. En cuanto a Rosco, las privadas demandan que esté dotada con un material competitivo y adecuado para poder operar en ancho UIC, lo que permite dar el salto a Francia a través del paso Figueras-Perpignan.
Así, los privados reclaman que Rosco sea totalmente independiente del holding Renfe, incluso con capital abierto a inversores privados. Y es que los operadores privados no olvidan las dificultades que ha puesto en los últimos años Renfe para que pudieran comprar material rodante ocioso del "operador incumbente", en muchas ocasiones vendido a compañías extrajeras con el fin de que los competidores nacionales no accedieran al mismo.
Entienden que si Rosco ahora solo facilita material obsoleto a los operadores privados estará favoreciendo la competencia desleal en favor de Renfe.
Por el momento es una incógnita el equipamiento que Rosco sacará en alquiler, la tasación del mismo e incluso la fecha en que estará operativa esta nueva sociedad, aunque fuentes de Fomento insisten en que la intención es ponerla en marcha este año.