Hasta el pasado mes de enero, los operadores postales no cobraban por las entregas fallidas de correo y pequeña paquetería de menos de dos kilos.
Consecuentemente, estas compañías han acabado asumiendo los costes de este proceso logístico para devolver estos envíos postales a su origen, en un contexto marcado por el fuerte incremento de los servicios de paquetería asociados al comercio electrónico y, en paralelo, por el inexorable declive del correo tradicional.
Para evitar esta realidad, la Unión Postal Universal ha puesto en marcha un sistema de remuneración entre operadores postales para realizar un reparto equitativo de estos costes.
El sistema permitirá centralizar el pago y el cobro de estos servicios, con la vista puesta en simplificar los complejos procesos administrativos que se venían realizando hasta ahora, aprovechando que los operadores postales ya intercambian información por vía telemática.
La institución ha creado un nuevo código para que los operadores puedan abonar y cobrar por estos servicios de manera más sencilla, con la intención de que otras compañías vayan sumando al procedimiento.