Amazon está teniendo problemas para conseguir que los operadores se hagan cargo de las entregas que necesita contratar en España de cara a la recta final del año, cuando afronta un pico de demanda por el Black Friday, el Cyber Monday y la campaña de Navidad, tal y como recoge el diario El Economista.
La multinacional, que se caracteriza por ofrecer precios bajos a sus clientes, factura 40 millones de euros anuales en el país, pero deja un margen de 400.000 euros, lo que supone menos del 1%.
En 2016, las empresas dedicadas a las entregas de última milla se vieron saturadas por el elevado volumen de ventas y la necesidad de efectuar entregas inmediatas o en un máximo de 48 horas, teniendo que reforzar sus plantillas en el último momento, lo que disparó sus gastos operativos.
Por ello, operadores como Tipsa han decidido no trabajar con la empresa de e-commerce y otras más grandes han limitado el volumen y el precio que aceptan, ya que no tienen infraestructura para cubrir los picos de demanda y quieren cuidar a sus clientes estables.
En este contexto, desde Redyser han indicado que en los momentos en que se producen picos de demanda, los operadores "se pelean para encontrar conductores a última hora, les pagan el doble de lo habitual y en vez de realizar 80 entregas al día, hacen 40, ya que no conocen la app de la empresa ni las direcciones".
De hecho, según han explicado en un encuentro organizado por la patronal de logística UNO, se registran más incidencias y el consumidor se encuentra con más problemas, lo que supone mayores costes.
Servicio de transporte exclusivo
En este punto, plantean que los e-commerce asuman parte de los costes de cubrir los picos de demanda, a lo que actualmente se niegan porque tendrían que subir sus precios en fechas clave o sacrificar sus márgenes. Por su parte, desde Tipsa apuestan por potenciar el uso de los puntos de conveniencia.
Ante esta situación, Amazon está analizando diversas opciones, como la compra de parte de una empresa de reparto española de pequeño o medio tamaño, o la creación de un servicio de transporte exclusivo de la mano de algún socio que gestione la flota y los conductores, que trabajarían solamente para la multinacional.