A finales de abril, las demoliciones confirmadas suman casi 90.000 TEUs de capacidad en 2019.
La cercanía de la entrada en vigor de los límites de azufre de la OMI contribuirá a aumentar el número de portacontenedores que se envían al desguace, aunque la evolución por el momento está siendo muy lenta, según recoge el último informe de Drewry.
El aumento del precio del barril de petróleo Brent, que recientemente ha superado los 75 dólares, supone una gran preocupación para los operadores, que viven aún con la incertidumbre respecto al precio que tendrán los nuevos combustibles bajos en azufre.
La noticia de que Estados Unidos ha eliminado las exenciones para la importación de petróleo iraní supondrá también un aumento de los costes de los operadores, aunque fundamentalmente es la falta de claridad sobre los gastos extra que implicará la regulación de la OMI lo que está impidiendo realizar una planificación adecuada.
Una de las áreas que genera mayores dudas es la de las demoliciones. Desde la consultora, se pensaba que la entrada en vigor de los nuevos límites generaría una mayor actividad en el caso de los buques más antiguos y menos eficientes.
Lo cierto es que el aumento de las adaptaciones de buques mediante 'scrubbers' podría empujar a la baja los precios de flete de los que no están equipados con estos sistemas, aumentando el número de embarcaciones candidatas para el desguace.
Más demoliciones en 2019
Sin embargo, los propietarios de buques se resisten a sacrificar parte de su flota para aliviar la sobrecapacidad existente en el mercado de contenedores. De hecho, 2018 ha sido el año en que menos demoliciones se han registrado de los últimos ocho, pues solamente se vendieron para chatarra buques con una capacidad de 120.000 TEUs.
La suma hubiera sido incluso menor de no ser por el incremento del último trimestre del año. La buena noticia, desde la perspectiva del equilibrio en el mercado, es que este último aumento se ha extendido hasta 2019. A día 26 de abril, las demoliciones confirmadas se acercaban ya a los 90.000 TEUs de capacidad.
Desde Drewry, entienden que a lo largo del año se alcanzarán los 300.000 TEUs, una cifra elevada pero por debajo de los 450.000 pronosticados inicialmente. En concreto, se prevé una escalada a medida que se acerque la fecha para la entrada en vigor de los nuevos límites.
Esto supondría menos del 2% de la flota actual, que suma 22 millones de TEUs de capacidad. En este sentido, conviene señalar que la media de edad de los portacontenedores que han sido eliminados en 2018 está ligeramente por debajo de los 22 años.
Buques de 12 años de media
A medida que entran nuevos buques al mercado y la media de edad disminuye, situándose actualmente en los 12 años, las opciones disponibles para la demolición también se van reduciendo, pues normalmente un portacontenedor empieza a perder valor cuando supera los 25 años.
Alrededor del 85% de la flota actual ni siquiera pasa de los 15 años, mientras que otro 10% se encuentra entre los 15 y los 20 años. De estos, numerosos buques con una capacidad global para 100.000 TEUs ya se han actualizado con 'scrubbers' o están pendientes de su instalación.
Los propietarios de los buques que ya han sido modernizados prevén una vida más larga para ellos, aunque sin duda sería una buena noticia que hubiera más demoliciones en el rango superior de edad.
A día de hoy, solamente el 5% de la flota supera los 20 años y existen muy pocos buques de este tipo que hayan sido equipados con 'scrubbers', lo que demuestra que existe un cierto número de embarcaciones que suman 1,15 millones de TEUs disponibles para ser desguazados.