Los incendios en buques siguen siendo uno de los mayores problemas de seguridad del sector marítimo, como demuestra el aumento significativo de incidentes como el del 'Fremantle Highway', que ardió frente a la costa holandesa con miles de vehículos a bordo en ruta de Alemania a Egipto.
Tal y como se refleja en el informe 'Safety and Shipping Review 2023' de Allianz, fueron la segunda causa de siniestro de buques en 2022, después del naufragio, con ocho buques perdidos y más de 200 incidentes notificados, lo que supone la cifra más alta de la última década.
Si bien es cierto que los siniestros marítimos han disminuido un 65% en la última década, los incidentes de incendios no han ido a la par. Seguimos asistiendo a siniestros que afectan a grandes portacontenedores, portavehículos y buques de transbordo rodado.
El fuego es también la causa más costosa de pérdida, pues representa el 18% del valor de 250.000 reclamaciones analizadas en el informe.
Los incendios en grandes buques suelen comenzar con una carga combustible, que se propaga rápidamente. Además, el tamaño y el diseño de los grandes buques hacen que la detección y la lucha contra el fuego sean más difíciles.
Una vez que la tripulación se ve obligada a abandonar el barco, la respuesta de emergencia y las operaciones de salvamento se vuelven más complejas y costosas, y aumenta el riesgo de un siniestro mayor o total.
Además, la mayoría de buques carecen de la protección y capacidad de lucha contra incendios, así como de sistemas de detección adecuados. Esto se ha visto dificultado por el espectacular aumento de tamaño.
Mercancías peligrosas
Cabe apuntar que los sistemas de notificación del sector atribuyen alrededor del 25% de los incidentes graves a bordo de portacontenedores a una declaración incorrecta de mercancías peligrosas, como productos químicos, baterías y carbón vegetal.
En este sentido, desde Allianz recuerdan que etiquetar una carga como peligrosa es más caro. Por ello, algunas empresas intentan eludirlo etiquetando por ejemplo las baterías de iones de litio como piezas de ordenador, pudiendo transportarse como carga o parte del equipamiento de los vehículos eléctricos.
En ambos casos existe riesgo de incendio, por fabricación deficiente o dispositivos dañados, sobrecargas y cortocircuitos. No arden con más frecuencia que otros productos, pero los fuegos son más difíciles de extinguir ya que pueden arder más ferozmente y volver a encenderse espontáneamente.
El estado de la carga de las baterías de iones de litio es un factor importante para la seguridad y debe situarse entre el 30% (cifra ideal) y el 50% para su transporte.
Por otro lado, los transportistas deben solicitar a los fabricantes la certificación adecuada, como el resumen de las pruebas, antes de transportarlas, ya que la fabricación defectuosa es una de las principales causas de incendios.
Asimismo, debe garantizarse que el personal y la tripulación reciban la formación adecuada y tengan acceso a equipos de extinción de incendios apropiados, mejorar los sistemas de detección precoz y elaborar planes de control de riesgos y de emergencia.