Los problemas de congestión continúan en los puertos de la costa oeste de Estados Unidos, donde a las negociaciones para la firma de un nuevo convenio de los estibadores, se añade el aumento del tiempo que las importaciones tardan en ser recogidas en las terminales antes de enviarse de vuelta los contenedores vacíos.
En concreto, a primeros de mayo ha pasado de los ocho a los doce días. Esto se debe en parte a que la mayoría de importadores americanos están tratando de reforzar sus inventarios ante la posible ralentización en la gestión de los contenedores y no quieren encontrarse con los mismos problemas que el año pasado.
Esto supone que se están generando acumulaciones de stock antes de lo previsto, a pesar de que las ventas del sector retail continúan reduciéndose poco a poco, dependiendo de los sectores o subsectores.
El panorama puede ser algo diferente este año, pero la inflación también pasará factura. De hecho, el banco central de EEUU aumentó las tasas de interés en un 0,75% la semana pasada, y se puede esperar más en el futuro, lo que afectará a las ventas en todo el mundo y contribuirá a una reducción de la demanda mundial de contenedores.
El lado positivo es que muchas de las conexiones con el 'hinterland' ya programadas y los buques que están navegando en otras zonas en este momento tienen tiempo suficiente para regresar, lo que dará más tiempo para que los sistemas se normalicen.
En el ámbito internacional, desde Xeneta apuntan que la estrategia de las navieras en el momento actual debe estar enfocada en ofrecer servicios de transporte cada vez más optimizados a los clientes a nivel global, a un precio más ajustado.
El cliente está acostumbrado a recibir su pedido lo antes posible, y es algo que no va a volver atrás, por lo que es necesario que los operadores aprovechen ahora su posición predominante y todos los ingresos que están generando en los últimos tiempos para construir cadenas de suministro más fuertes y resilientes.
En este sentido, son muchas las que ya están apostando por un concepto 'door-to-door', que algunos cargadores prefieren, mientras que otros prefieren pensarlo dos veces antes de encargar todos los servicios a una misma empresa y otros siguen confiando en la figura del transitario.
El objetivo, en cualquier caso, debe ser trabajar en una oferta más deseable y vistosa para un cliente mucho más exigente.