Un reciente estudio de la Organización Mundial del Comercio apunta que las cadenas de valor globales han seguido expandiéndose en 2022.
Así lo atestiguan, a juicio de la entidad, los incrementos en las exportaciones y la creciente participación en el comercio internacional de más países de todo el mundo.
En este sentido, la OMC cree que las recientes perturbaciones relacionadas con la pandemia han revelado vulnerabilidades a largo plazo en las cadenas de valor mundiales, especialmente aquellas asociadas con la excesiva concentración y la excesiva dependencia de una sola economía o región para el suministro de productos críticos.
De igual manera, las recientes tensiones geopolíticas también contribuyen a acentuar este punto crítico. Pese a todo, el análisis también revela que la estructura actual de las cadenas de valor mundiales es compleja y ha generado importantes beneficiospara las empresas y los consumidores a nivel mundial.
En concreto, el trabajo también apunta que la pandemia también ha servido para poner sobre la mesa la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro ante posibles riesgos y diversificar proveedores, apostando específicamente por la digitalización.
Todas las tensiones que se vienen viviendo desde el inicio de 2020 han conducido a una cierta reorganización de los flujos comerciales internacionales de las principales cadenas de suministro globales, aunque, al mismo tiempo, no se detecta una clara tendencia a la relocalización industrial y de servicios, tal y como se había vaticinado.
Así mismo, el estudio insiste en que el camino hacia la resiliencia y la sostenibilidad en las cadenas de suministro se hace a través de la inclusión de todos los países del planeta y de los pequeños proveedores.