Para el IDC, resulta "ilegal, criminal y por lo tanto, inaceptable" este tipo de trato a los miembros del Seal.
El Consejo Internacional de Estibadores, IDC, ha expresado su indignación por la situación que viven los puertos lusos de Leixões y Caniçal, así como los de Setúbal y Sines entre otros, donde se están extendiendo las prácticas antisindicales, que obligarán a los que están afiliados con los sindicatos portuarios que representamos a tomar una respuesta contundente.
En este contexto, denuncian la discriminación y castigo a los miembros sindicales y exigen el cese de las intimidaciones, dado que la opción de afiliarse a un sindicato o ejercer el sindicalismo libre constituye un derecho constitucional.
Se refieren en concreto a los "recortes radicales y discriminatorios" en el trabajo, la asignación continua de estos trabajadores a la limpieza de los muelles y otras tácticas utilizadas por las empresas para ejercer "una presión psicológica diaria sobre los trabajadores portuarios" afiliados a la organización sindical portuguesa Seal y por extensión, al IDC.
En un manifiesto presentado en junio de 2017, se enumeran "todas las violaciones de la dignidad de los trabajadores portuarios y los derechos resultantes de la libertad de asociación", que se producen particularmente en Leixões y Caniçal. Desde entonces, la situación ha empeorado.
Para el IDC resulta "ilegal, criminal y, por lo tanto, inaceptable" este tipo de trato a los miembros del Seal y las diferencias tanto en las condiciones salariales como en otras condiciones laborales, además de la falta de reconocimiento de su condición de estibadores de pleno derecho, y su reemplazo por trabajadores ocasionales que no han sido formados.
Retrasos frecuentes y quejas por la falta de calidad
La ubicación premeditada en "los trabajos más difíciles, aislados y no cualificados", a pesar de sus habilidades y experiencia, y su reemplazo por otros trabajadores precarios, inexpertos y sin formación supone la descalificación del trabajo portuario y provoca retrasos frecuentes en la limpieza de buques, dando lugar a repetidas quejas por la calidad de las operaciones.
Por todo ello, el Consejo Internacional de Estibadores ha reclamado que se detenga "este hostigamiento y persecución" para que los trabajadores recuperen su dignidad. Asimismo, han advertido de que si la situación continúa, movilizarán a los trabajadores de todo el mundo, especialmente de Europa, para presionar en las líneas que pasan por Portugal y especialmente por Leixões.