En los primeros días de diciembre, las protestas de los 'chalecos amarillos' han tomado un cariz violento y una fuerte intensidad en las principales ciudades francesas, incluyendo París, Lyon o Toulouse, así como áreas industriales y pasos fronterizos, entre los que se encuentran los de La Junquera e Irún.
Esta misma semana, la frontera francesa ha estado cerrada durante la tarde y la noche de 3 de diciembre, hasta la madrugada, dada el alto volumen de vehículos pesados que han estado paralizados cerca de la frontera de La Junquera, por manifestaciones y cortes de vía en Le Boulou, que también se han vuelto a producir en París y otras grandes ciudades, con nuevos colectivos implicados en la movilización.
Esta situación ha obligado al Gobierno de Emmanuel Macron a levantar las restricciones al tráfico de vehículos pesados en la red viaria gala durante el primer fin de semana de diciembre, con el fin de facilitar la evacuación y el tránsito de los camiones atrapados por los piquetes, algo que podría volver a repetirse los próximos 8 y 9 de diciembre.
Según informa CETM, en el arranque de esta misma semana se registran colas de varios kilómetros en la AP-7 en la Junquera y en la AP-8 en Biriatou, debido a la acción de los 'chalecos amarillos' que protestan por el alto precio de los carburantes y la pérdida del poder adquisitivo en Francia.
Reacciones de los empresarios españoles
Esta situación está provocando, de manera específica en el transporte frigorífico, según denuncia Atfrie, "desesperación, abandono y miedo de nuestros conductores profesionales que sufren en directo toda esta barbarie", así como "incalculables pérdidas" que este sector no sabe cómo trasladar a costes.
Así pues, la asociación ha solicitado al ministro de Fomento que "se protejan desde ya a las flotas españolas", aunque "ya se tenía que haber actuado con contundencia días atrás para proteger los pasos fronterizos y la circulación de nuestro transporte internacional exportador".
De igual modo, los aparcamientos de ambas fronteras están colapsados, por lo que se está obligando a los camiones que circulan hacia Francia a parar en áreas de servicio situadas muchos kilómetros antes de llegar a las mismas.
En este mismo sentido, Astic alerta de que se están produciendo "múltiples e imprevistos cortes de carretera lo que provoca que centenares de camiones españoles, tanto de salida como de entrada", así como problemas de suministro de carburantes en varias regiones francesas, debido al bloqueo del acceso a los depósitos de Frontignan, Estrasburgo, La Rochelle, Lorient, Brest, Le Mans y Rubis en Grand-Quevilly.
Al tiempo, la organización de transporte internacional pide al Gobierno español, como indica su director general Ramón Valdivia, que "respalde firmemente y con rapidez a las empresas de transporte internacional por carretera, vertebradoras del sector exterior de la economía española, pues a este paso, se van a colapsar los flujos de exportaciones e importaciones con desastrosas consecuencias para nuestra economía precisamente ahora, que estamos en plena campaña hortofrutícola y en vísperas de las fiestas navideñas".
Pérdidas incalculables
El Gobierno francés, por su parte, estudia establecer medidas de excepción para evitar los disturbios, así como negociar con los 'chalecos amarillos', con el fin de impedir que se produzcan nuevas situaciones violentas en las protestas que ya se han convocado para el fin de semana del 8 y el 9 de diciembre.
El transporte español ha pedido a la Dirección General de Transporte Terrestre y al propio ministro de Fomento, a través de sendas comunicaciones de CETM y Atfrie, al menos, que defienda el libre movimiento de mercancías por el territorio de la Unión Europea y que solicite a las autoridades francesas que garanticen la seguridad y la libertad de los camiones que circulan por el país.