Un informe elaborado por Transport&Environment esta misma semana señala que los camiones eléctricos serán una alternativa realista y rentable por costes frente a los diésel a partir de 2025.
El trabajo, titulado 'Posibles opciones y vías tecnológicas para conseguir un transporte de mercancías por carretera sin emisiones de carbono en España', también asevera que una rápida transición a los sistemas de propulsión basados en tecnologías de cero emisiones puede reducir muy sustancialmente las emisiones de CO2 de la flota de transporte de mercancías por carretera.
En este sentido, el informe de Cambridge Econometrics destaca que los vehículos convencionales con motor de combustión interna serán cada vez menos competitivosa lo largo de su vida útil en comparación con sus equivalentes eléctricos.
Como resultado, es probable que los transportistas dejen de apostar por los vehículos diésel, tendencia que, según el documento, tiene el potencial de precipitar el cambiode los actuales vehículos con motor de combustión interna a los modelos de movilidad cero emisiones más rápidamente.
Así pues el estudio alerta de que, para garantizar el cumplimiento del objetivo de neutralidad climática en 2050 para este sector, no bastará con asegurar el fin de la venta de furgonetas con motores de combustión interna en 2035 y de camiones con esa tecnología en 2040, sino que se necesitará establecer un adelanto de dichas fechas o medidas adicionalescentradas en la reducción anticipada del uso de ese tipo de vehículos contaminantes.
Para conseguirlo, el documento pide que se inicie sin demora en el despliegue de la infraestructura de recarga de alta potenciapara camiones cero emisiones e qeue comience inmediatamente el proceso de planificación de dicha infraestructura para no encontrarse con cuellos de botella en el despliegue de los puntos de recarga en la segunda mitad de esta década.
Así mismo, el infome también incide en que una adecuada regulación a nivel europeo y estatal es crucial para avanzar de forma más rápida y segura en la senda de la descarbonización del transporte de mercancías por carretera, contribuyendo a mejorar el coste total de propiedad de las tecnologías de cero emisiones y, en consecuencia, a adelantar la fecha en la que se alcance la paridad de costes con los vehículos de combustibles convencionales.