La nueva batería de medidas de la Unión Europea en respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en vigor desde el 17 de abril, incluye la prohibición de entrada en puertos comunitarios a los buques con pabellón ruso.
El objetivo de estas nuevas restricciones es limitar las opciones de las que dispone la industria rusa para obtener productos clave. De hecho, también se ha impuesto un veto total a los transportistas de mercancías por carretera rusos y bielorrusos que operan en la Unión Europea.
En total, Rusia cuenta con una flota de 2.873 buques que ya no podrán acceder a los puertos comunitarios. Además, aquellos que intenten eludir las sanciones cambiando su pabellón al de otro país o territorio, también quedarán incluidos en el ámbito de aplicación de la prohibición.
Así, cualquier intento de eludir las sanciones cambiando de pabellón puede ser detectado fácilmente por las autoridades portuarias mediante una comprobación del número OMI del buque y de la documentación a bordo.
No obstante, la prohibición de entrada prevé que las autoridades de los Estados miembros puedan autorizar la escala de un buque con pabellón ruso para la importación de energía, determinados metales, productos médicos y farmacéuticos, productos agrícolas y alimentarios, determinados fertilizantes, combustible nuclear para instalaciones nucleares civiles o para fines humanitarios.