Los armadores independientes que alquilan sus buques a los operadores están sufriendo también los efectos de la crisis que experimenta el transporte marítimo de contenedores, según el último informe de la consultora Drewry.
En un 2016 en el que los fletes de contenedores mantienen una tendencia descendente que los ha llevado a mínimos desconocidos, los propietarios de los portacontenedores comienzan a renegociar a la baja los contratos de alquiler con las navieras, con el fin de "ayudarlas" a sobrevivir en la situación actual.
En este contexto, los armadores independientes se enfrentan al "difícil dilema", en palabras de los expertos de la consultora, de elegir entre la reducción del precio del arrendamiento o la venta de sus buques, el envío de estos al desguace o el mantenimiento de los mismos aunque no estén operativos.
De este modo, los propietarios comparten ahora la posición de los operadores, que se han visto obligados a reducir sus fletes a niveles exiguos ante la baja demanda, a aumentar su flota ociosa con la cancelación de salidas y servicios y a enviar buques más jóvenes y nuevos al desguace.
A la menor demanda se une, además, el hecho de que los armadores suelen poseer mayoritariamente buques de menor tamaño, que se hacen menos atractivos para los operadores debido a la cascada de grandes buques hacía rutas comerciales con menor peso.
La ampliación del Canal de Panamá agravará esta situación, ya que traerá consigo un aumento considerable de la flota ociosa de buques panamax, en su mayoría propiedad de armadores independientes.
Aunque desde la consultora señalan que los propietarios independientes son mucho más opacos que las navieras a la hora de facilitar información de sus cuentas, los expertos aseguran que, en 2015, el negocio del arrendamiento de buques ha sido de nuevo muy rentable para los armadores "líderes".
Por ejemplo, la compañía Seaspan, que posee una flota de 578.000 TEUs, vio incrementados sus ingresos en 2015 en un 22% con respecto al ejercicio anterior, hasta los 819 millones de dólares, mientras que Danaos, con 334.000 TEUs en su haber, consiguió unos ingresos de 568 millones de dólares en 2015, un 3% más que en 2014.
No obstante, en el presente 2016, las presiones financieras ponen en jaque está rentabilidad y obligan a los propietarios independientes a replantearse sus estrategias. Por ello, no cabe duda de que "este será un año difícil" para los dos tipos de propietarios de buques portacontenedores, indican desde la consultora.