La utilización de las nuevas tecnologías y de la metodología BIM permiten una adaptación total de los inmuebles para actividades logísticas a las necesidades específicas de cada cliente y que para amoldarse a las nuevas necesidades existentes en la gestión de las cadenas de suministro se centran en diez elementos, según destacan desde la constructora Onilsa.
El primero de ellos está relacionado con la ubicación de las naves, que tendrán que estar cerca de núcleos urbanos y contar con rápidos accesos a vías de comunicación importantes
El segundo se centra en el diseño del entorno, que ha de permitir circulación fluida alrededor del edificio, pavimentos de urbanización resistentes, valla perimetral con circuito cerrado de TV y caseta de control de acceso.
El tercer elemento incluye el uso de la metodología BIM en la trazabilidad de la construcción y el mantenimiento de cada inmueble y que permite futuras adaptaciones tecnológicas y modificaciones arquitectónicas.
El cuarto está focalizado en dotar a cada inmueble con un óptimo ratio de muellesen base a su superficie, equipados con guías para encauzar los camiones, semáforos y huecos bajo los muelles para los camiones con plataforma elevadora.
En quinto lugar, por lo que respecta a la solera, el uso de pavimento continuo de hormigón, armado con fibras metálicas permite una capacidad de gran capacidad de carga, mientras que la ausencia total de juntas de retracción y su gran resistencia superficial hacen que el mantenimiento sea mínimo.
En lo tocante a la estructura, en sexta posición, la estructura de hormigón prefabricado permite dividir de forma sencilla la instalación para evitar la propagación del fuego y cumplir todos los requerimientos de la normativa contraincendios, mientras que una distancia entre pilares de 24m permite la correcta disposición de estanterías y una altura libre bajo jácena de 11 metros permite incrementar la capacidad de almacenaje de palets en un 17%.
El séptimo elemento está relacionado con la cubierta que ha de presentar un adecuado aislamiento térmico y acústico, así como una perfecta estanqueidad, al tiempo que facilita la iluminación natural mediante exutorios y claraboyas.
En octava posición, los edificios han de estar protegidos con instalaciones activas contra incendios tales como detección automática por aspiración y pulsadores, extinción manual mediante BIES e hidrantes exteriores, extintores y rociadores ESFR K25 que permiten la implantación de estanterías de gran altura.
En cuanto a la iluminación, el 5% de la superficie de la cubierta ha de contar con lucernarios y exutorios transparente que difundan uniformemente la luz de maner uniforme en zonas de almacén, picking y oficinas.
Por último, los inmuebles logísticos 4.0 incorporan medidas de protección medioambiental durante el diseño y construcción y gestión del edificio, con lo que están en disposición de obtener certificaciones medioambientales de alta exigencia como el sello Breeam o el Leed.