Llácer y Navarro, uno de los mayores grupos de transporte por carretera y logística de España, ha superado el concurso de acreedores en el que estaba inmerso desde marzo de 2012.
Gracias a un acuerdo con sus acreedores, la empresa valenciana podrá reducir su pasivo a la mitad, estimado en 70 millones de euros cuando suspendió pagos, y establecer un calendario de pagos para los próximos cinco años.
Los problemas para Llácer y Navarro comenzaron a raíz de un expediente administrativo de sanción que le fue abierto hace dos años por el Ministerio de Trabajo a raíz de una inspección laboral, en la que se detectó que buena parte de los conductores de la flota del grupo trabajaban en régimen de autónomos, lo que afectaba a unos 290 conductores de camiones que habrían estado 4 años en esa situación. La cuantía de la multa impuesta estuvo finalmente en el entorno de los siete millones de euros.
A pesar de que la empresa contrató a parte de estos camioneros para reducirla a tres millones, los costes extras de estas contrataciones supusieron una falta de liquidez que llevó a pedir el concurso de acreedores.
El grupo Llácer y Navarro, que se fundó en 1974, está compuesto por las empresa de flota Llácer y Navarro, especializada en el transporte frigorífico, Transports Canyaes, y Oliva Logística.