La facturación de las empresas españolas de gran distribución ha crecido un 14,5% el año pasado, hasta alcanzar los 45.724 millones de euros, según el último informe anual elaborado por Anged.
La patronal estima que esta evolución se debe al esfuerzo de las empresas para adaptar su oferta de productos, canales de venta y operativa a una transformación permanente del mercado.
Al mismo tiempo, la superficie comercial del sector también se ha incrementado un 0,7% hasta los 8,8 millones de metros cuadrados, repartidos en 7.238 tiendas y manteniendo la tendencia de los últimos años de adaptación de los espacios físicos a los nuevos hábitos de compra, de acuerdo con el criterio de la patronal.
Por categorías, los supermercados y autoservicios, tanto propios como franquiciados, y los formatos especialistas en productos distintos a la alimentación fueron los más dinámicos en 2022.
Por otra parte, la plantilla conjunta de la gran distribución española suma 229.002 trabajadores, un 2,5% menos que en 2021. Con más detalle, un 88,2% de los empleados del sector tiene contrato indefinido, 202.092 trabajadores en total, mientras el 11,8 % de los contratos son de carácter temporal, para un total de 26.910 empleados.
Por mercados y tipo de establecimiento, en el segmento de gran consumo y alimentación, los hipermercados y los comercios independientes pierden en esta coyuntura la cuota ganada en pandemia, en favor de los supermercados grandes, que ganan 0,8 puntos porcentuales.
En concreto, los hiper bajan tres décimas hasta el 13%, mientras que, con el fin de las restricciones, el peso de la venta online también desciende una décima hasta el 2,9%.
A su vez, el segmento de bienes de consumo tecnológicos registra un leve retroceso anual de un 0,3%, mientras que el de línea blanca presenta un incremento de un 2,3% en valor, pero una caída del 6,9% en volumen, tras ocho años de crecimiento.
Al tiempo, el comercio textilha facturado un 20% más, hasta los 10.658 millones de euros. En este segmento avanza decididamente la omnicanalidad
En cuanto al canal on-line, Anged reporta que en 2022, el peso de las ventas del comercio electrónico sobre el total de la facturación del comercio minorista ha estabilizado su cuota en el 13%, en línea con la media europea, aunque por debajo de mercados como el de los Países Bajos, donde supera el 35%.