La consultora británica de estudios e investigación de mercado Transport Intelligence ha publicado recientemente un estudio sobre las tendencias tecnológicas de la cadena de suministro de cara a 2023.
En el informe ‘Supply Chain Technology Trends: 2023’ destaca que, en los próximos meses, la tecnología seguirá integrándose cada vez más en el mundo físico. Por ello, subrayan que el foco de las empresas debe centrarse en la Inteligencia Artificial, la “Nube”, la TI empresarial descentralizada, la automatización de instalaciones y los nuevos estándares de datos.
Sin embargo, el autor del mismo, Ken Lyon, advierte de una serie de factores que pueden influir fundamentalmente en la adopción tecnológica, derivados de una eventual recesión en el mundo industrializado cuyas consecuencias aún no están previstas. Algo que afecta también al sector tecnológico, que estaría sufriendo una contracción general en la disponibilidad de financiación, junto, apunta, con las secuelas de la pandemia en el suministro de chips y componentes.
En todo caso, las cadenas de suministros mundiales seguirán haciendo uso de tecnologías avanzadas, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico elaborado por The Economist que refleja lo esencial que se ha vuelto la tecnología digital en la gestión de las operaciones.
Tendencias en 2023
Centrándonos ya en las tendencias de cara a 2023, desde Transport Intelligence apuntan a la Inteligencia Artificial como un factor decisorio, con varias herramientas como ChatGPT o Dall-E2, que ya se están aplicando en la práctica en el ámbito de la logística. Bajo su punto de vista, éstas servirán para agilizar y mejorar la multitud de procesos necesarios para el funcionamiento de una cadena de suministro, dependiendo de cómo se apliquen.
En cuanto a la "Nube", Lyon se refiere a cómo gigantes de este tipo de almacenamiento ya ofrecen plataformas operativas para la cadena de suministro. Tanto Microsoft como la unidad Amazon Web Services, más conocida como AWS, han lanzado plataformas de gestión y explotación de ésta de extremo a extremo. Qué, si bien no sustituirán a ninguna de las que ya utilizan las empresas de logística y gestión de la cadena de suministro, sí interesarán a muchas pequeñas y medianas empresas que están creciendo rápidamente.
Otro de los temas que se subraya es el de la necesidad contar con plataformas tecnológicas capaces de soportar una empresa descentralizada, que puedan utilizarse y ampliarse o reducirse rápidamente en respuesta a la demanda. Aquí hacen referencia a apps de mensajería instantánea y reuniones como Teams o Slack, además de otras aplicaciones como pizarras virtuales para hacer ‘brainstorming’ o aplicaciones de compartición de documentos, que todas unidas y bien gestionadas permitirán “una verdadera colaboración”.
[sumario]Hay que contar con plataformas tecnológicas capaces de soportar una empresa descentralizada, que puedan utilizarse y ampliarse o reducirse rápidamente en respuesta a la demanda.[/sumario]
La cuarta tendencia es la automatización de instalaciones, que hace referencia a la serie de soluciones que ya esxisten en el mercado centradas en mejorar la eficiencia operativa dentro de los almacenes y las instalaciones de distribución. Éstas, señalan, parecen estar creciendo rápidamente en adopción, ya que pueden manejar el almacenamiento, la preparación de pedidos, el montaje, el kitting y el apoyo a la producción. Por ello, se espera una adopción aún más generalizada de sistemas autónomos equipados con sensores, Inteligencia Artificial y capacidades analíticas que optimicen la gestión de la cadena de suministro y la gestión de inventarios en tiempo real.
Por último, recuerdan que, a medida que las cadenas de suministro siguen necesitando el apoyo de plataformas tecnológicas avanzadas, también dependen en gran medida de ejercicios de integración rápidos y sólidos con numerosos sistemas y servicios externos. La clave del éxito de cualquier integración estaría no es sólo poder interconectarse con el sistema externo, sino ser capaz de comprender los datos que se intercambian. Se trata de un ámbito, afirman, que los organismos de normalización nacionales e internacionales llevan décadas intentando abordar, con éxito desigual, y cuyo objetivo es tratar de proporcionar un marco para el establecimiento de flujos de trabajo para la visibilidad multimodal en todo el panorama de la cadena de suministro.