La terminal turca de contenedores LimakPort, en el puerto de Alejandreta, resultó gravemente afectada por el terremoto sufrido en el país el 6 de febrero. Se calcula que tardará, al menos, tres meses en volver a la normalidad.
El puerto sufrió graves daños estructurales a raíz del terremoto, así como un fuerte incendio que tardó tres días en poder ser extinguido, generando una enorme columna de humo negro, que fue considerado como no tóxico. Si bien se desconoce la causa exacta del incendio, se ha podido comprobar que muchos de los contenedores almacenados en las terminales volcaron tras el seísmo.
A consecuencia de la situación provocada por los recientes terremotos, las navieras han realizado escalas en otros puertos de la región durante este mes, algo que continuarán haciendo hasta finales de la primavera.
En total, 3.670 contenedores ardieron tras el terremoto, según han explicado los responsables del recinto portuario, donde ya se han iniciado las tareas de limpieza. La mayoría de los contenedores afectados no habían sido descargados aún.
Cabe apuntar que el puerto, situado en la provincia de Hatay, donde más de 1.200 edificios han sido destruidos por el terremoto de magnitud 7,8, gestiona alrededor de 40.000 TEUs cada mes. Además de la afectación sufrida en las instalaciones del puerto, muchas carreteras en el área requerirán reparaciones que permitan volver a la normalidad.