El Congreso de Estados Unidos ha señalado recientemente su firme intención de aprobar importantes acuerdos de libre comercio con Asia y Europa, un propósito que, cuanto menos, resulta paradójico teniendo en cuenta el enfoque "potencialmente proteccionista" que el país ha adoptado en lo que respecta al transporte de las exportaciones del sector energético, según defienden desde la Cámara Internacional de Navieros (ICS).
El aumento de la producción de esquisto en Estados Unidos prevé un aumento exponencial de sus exportaciones al resto del mundo. Sin embargo, para preocupación de los operadores extranjeros, el país proyecta una serie de medidas por las que se dará preferencia a los buques de bandera de Estados Unidos para el transporte de Gas Natural Licuado (GNL).
Desde la Cámara afirman que el presidente Obama firmó en diciembre de 2014 una normativa, que aún requiere de la aprobación de la Secretaría de Estado de Transportes, con la que implementar un programa para promover el uso de buques que navegan bajo bandera de Estados Unidos.
Con dicha iniciativa se espera dar prioridad a la tramitación de las licencias para nuevas instalaciones de exportación de GNL en aguas profundas a aquellos exportadores que proyecten utilizar gaseros estadounidenses, en lugar de buques explotados por compañías navieras extranjeras.
Para ICS, este enfoque no es acorde a los compromisos de libre comercio que Estados Unidos ya ha aceptado con respecto a los servicios marítimos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además, señalan que tanto la Comisión Europea como los gobiernos de otros países con grandes flotas de petroleros de GNL, entre ellos Japón y Noruega, también están preocupados por esta situación.
Un enfoque proteccionista "conocido"
Las navieras temen, del mismo modo, que este enfoque proteccionista pueda ser emulado por otros exportadores de energía, como Rusia, Irán y Arabia Saudita, lo que podría socavar seriamente el marco del acceso a los mercados abiertos y los principios de libre comercio en el transporte marítimo, que ha facilitado el transporte eficiente de la energía en todo el mundo desde la década de los 80.
Aunque Estados Unidos "es bien conocido" por la restricción de acceso a los transportistas extranjeros en el cabotaje entre puertos de Estados Unidos, cuestión regulada en la 'Ley Jones' que existe desde hace un siglo, la nueva regulación proyectada ahora es diferente porque se aplica a las operaciones internacionales.
En este contexto, cabe destacar que la principal preocupación de las navieras no es tanto el transporte de GNL sino que se apliquen medidas similares para las exportaciones de petróleo crudo, ya que los transportistas extranjeros se verían completamente excluidos del movimiento de una mercancía cuyo valor se calcula en miles de millones de dólares.