Debido al aumento de las entregas domiciliarias en la Unión Europea, las furgonetas se han convertido en la fuente de emisiones del transporte por carretera de más rápido crecimiento.
Así lo aseguran desde Transport & Environment, que organiza un webinar el día 30 de marzo, para dar a conocer los resultados de su último estudio sobre el coste total de propiedad de las furgonetas eléctricas.
A diferencia de lo sucedido con los turismos, el establecimiento de estándares de emisiones de CO2 no se ha traducido en un fuerte impulso de estos vehículos en el mercado, pues solamente el 3% de las ventas de furgonetas correspondían a modelos eléctricos en 2021, en comparación con el 18% de las de los turismos.
El plan 'Fit for 55' propuesto por la Comisión Europea plantea que todas las nuevas furgonetas deben ser de cero emisiones a partir de 2035. Sin embargo, se queda corto en cuanto su planteamiento sobre las medidas a aplicar hasta entonces.
En este sentido, ninguno de los grandes fabricantes europeos está avanzando en planes contundentes de electrificación, dicen desde la Asociación, lo que también es un claro reflejo de que reducir las emisiones de las furgonetas no parece preocupar en exceso a los responsables de la toma de decisiones.
Sin embargo, según el análisis realizado por T&E, las nuevas furgonetas eléctricas son ya más económicas que sus equivalentes diésel y es necesario el establecimiento de límites de emisiones más estrictos para impulsar la compra de estos modelos.