Los principales clientes del mercado español son la Unión Europea, con un 56% del total de las ventas, y el norte de África con el 24%.
Las exportaciones del sector textil han aumentado un 7,35%en 2016, hasta alcanzar los 3.891 millones de euros, lo que ha supuesto el mejor registro desde el inicio de la crisis y ha reducido en un 3% el déficit de la balanza comercial en un año en el que las importaciones han aumentado un 6% hasta los 4.408 millones de euros.
Entre los envíos al exterior ha destacado el incremento del 20,7% registrado en las ventas de tejidos de punto, el 19,6% en la exportación de fibras y el 14,4% en alfombras y recubrimientos, según recoge el Centro de Información Textil y de la confección (Cytic).
Por su parte, la cifra de negocio ha alcanzado los 5.654 millones de euros, un 2,8% más que en 2015, mientras que la producción de la industria ha crecido un 5,1%, a pesar de que los precios industriales han caído un 0,5%, y la inversión ha sido superior a la de 2014, lo que implica un ligero retroceso respecto al ejercicio anterior.
Los principales clientes del mercado español son la Unión Europea, con un 56% del total de las ventas y un aumento del 4,8% registrado el año pasado, y el norte de África, con el 24% y un incremento en los envíos del 12,8% en 2016. Por su parte, las exportaciones al continente americano han retrocedido notablemente.
Marruecos, Francia, Portugal e Italia se han situado como los principales compradores del mercado textil español, acumulando el 58% del total de los envíos de este tipo de productos.
En cuanto a las importaciones, la Unión Europea, con el 44% del total de las mismas, se sitúa como el principal origen de estos envíos, seguida por los países asiáticos, que representan el 40% y en el que destaca China, con el 21,3% total de las importaciones a España.
No obstante, en 2016 las compras al exterior que más han aumentado han sido las procedentes de África, aunque China, Italia, Portugal, Turquía y Alemania, con un 55% del total, se mantienen como los principales proveedores.
Ante esta situación, las perspectivas para 2017 son inciertas, dada la desaceleración del crecimiento del PIB español, con una caída de casi un punto en comparación con 2016, así como la incertidumbre geopolítica internacional.