'Las cuentas ecológicas del transporte en España'se puede descargar en este enlace(disponible en formato pdf, de 153 páginas, 7,8 Mb).
Los camiones y furgonetas son responsables de un 80% de las emisiones que se contabilizan en el transporte de mercancías en España, seguido por el transporte marítimo, con un 11,5%, del ferrocarril, con un 0,5%, y del aéreo, con un 0,2%, según se desprende del estudio hecho público por Ecologistas en Acción, 'Las cuentas ecológicas del transporte en España'.
En este estudio se analizan las repercusiones ambientales, sociales y económicas del transporte de personas y mercancías, así como todos los medios de transporte, incluyendo algunos que a menudo quedan fuera del foco, como el transporte por tubería, los ascensores o los medios no motorizados, además de cada una de las fases necesarias para que se produzca el transporte, desde la construcción de infraestructuras, hasta la construcción de vehículos, el mantenimiento del sistema, desplazamiento, mantenimiento y reciclaje o desecho de los vehículos.
Si se divide el recorrido de todas las mercancías desplazadas internamente y las procedentes del comercio exterior entre el número de habitantes, se obtenía que en 1992 correspondía a cada persona diariamente el desplazamiento de una tonelada una media de 52 kilómetros, mientras que en 2007 se alcanzaron los 91 kilómetros.
"Se revela de este modo cómo los años de expansión económica estuvieron directamente correlacionados con un fuerte incremento en el trasiego de mercancías consumidas por la economía española", indica el informe.
Además, en lo que se refiere al cambio climático, el estudio concluye que las emisiones de gases de efecto invernadero debidas al transporte, en vez de representar el 23,7% de todas las emisiones, según las cifras oficiales, llegan hasta el 40% si se tienen en cuenta las emisiones del transporte de las mercancías que llegan de mercados exteriores, en su mayor parte por vía marítima, y, si al mismo tiempo se contabilizaran las emisiones generadas en todo el ciclo de vida de los medios de transporte, y no sólo en la fase de desplazamiento.
Este estudio también refleja que la superficie del territorio español que se ha transformado para el transporte de vehículos equivale en la actualidad a la de 820.000 campos de fútbol, una superficie mayor que la de la Comunidad de Madrid, de los que la mayor parte, más del 90%, corresponden al requerido para el transporte por carretera.
"El modelo de transporte impulsado en los últimos dos decenios se ha basado en promover el uso del automóvil, el avión y el tren de alta velocidad, los medios de transporte más ineficientes energéticamente, que causan los mayores impactos ambientales (cambio climático, fragmentación de ecosistemas y consumo de recursos materiales finitos) y sociales (contaminación atmosférica, ruido y siniestralidad en el caso del automóvil), así como los mayores costes económicos (consumo de combustible y construcción de infraestructuras) para desplazarse", concluye el trabajo.