La política de 'zero Covid' impulsada desde las autoridades chinas, con los consiguientes confinamientos en algunas de las principales ciudadesdel país, está teniendo ya consecuencias en el ámbito de la construcción de buques.
Los propietarios están intentando evitar sus instalaciones para llevar a cabo sus actualizaciones, reparaciones y construcciones, trasladando estas operativas a otras zonas del mundo, lo que a su vez está provocando retrasos fuera de China.
Por ejemplo, los astilleros repartidos por Europa, el Mediterráneo y el Mar Negro ya están completos hasta el tercer trimestre, mientras que los de Oriente Medio y Asia están registrando un volumen mayor del habitual.
Igualmente, en China, los astilleros están sufriendo graves retrasos por la falta de trabajadores disponibles y las dificultades en el suministro de componentes. Esto está provocando que muchos buques tengan que permanecer en las instalaciones mucho más tiempo del esperado.
Otro problema al que se enfrenta el sector, y que no debe pasarse por alto, es el incremento de los costes de la construcción por la subida del precio del acero.