La implantación de peajes es perjudicial para la viabilidad de los pequeños operadores y autónomos en el transporte.
Los Estados Miembros de la Unión Europea gastan 40.000 millones de euros al año como resultado de la contaminación que generan los vehículos pesados de transporte de mercancías, por lo que algunos países han optado por imponer peajes a los camiones para poder cubrir esos sobrecostes y promover un transporte más limpio.
El Centro de Investigación del Transporte de la Universidad Politécnica de Madrid ha analizado, en colaboración con el Instituto Fraunhofer y la Asociación Transport & Environment, el impacto que podría tener en España esta medida, que se implantó en 2009 en Alemania y próximamente se extenderá a todas las carreteras del país.
Su implantación no ha producido un cambio sustancial ni en la movilidad ni en la economía, aunque su influencia en el medio ambiente ha sido favorable, ya que los transportistas se han visto obligados a adquirir vehículos más limpios y aprovechar mejor la capacidad de sus vehículos. Sin embargo, también ha supuesto una dificultad añadida para los autónomos y pymes.
En el caso de España, actualmente circulan más de 4,8 millones de camiones por las carreteras del país, que podrían verse afectados de diferente manera en función del tonelaje y del número de vías donde se aplicase la medida, que supondría ventajas en cuanto a la mejora del medio ambiente y permitiría recaudar mayores cantidades para la financiación del mantenimiento de las carreteras.
Por contra, al igual que en Alemania, con la implantación de nuevos peajes para camiones se vería comprometida la viabilidad de los pequeños operadores y de los autónomos, un aspecto que sería preciso tener en cuenta antes de su introducción.