MSC Cruceros reclama a la OMI una reformulación de las regulaciones sobre emisiones de carbono para los buques de pasajeros, al considerar que las actuales normas penalizan a las embarcaciones de pasajeros, como cruceros y ferries.
Actualmente, la OMI evalúa la intensidad de carbono de los buques en una escala de la A a la E, basándose en la cantidad de dióxido de carbono emitido en relación con la capacidad de carga y las millas náuticas recorridas. Sin embargo, el sector de los cruceros argumenta que esta fórmula no es justa, ya que no tiene en cuenta las particularidades de las embarcaciones de pasajeros, que a menudo pasan más tiempo en el puerto que los buques de transporte.
La propuesta del sector de los cruceros es que se aplique una fórmula especial que tenga en cuenta la masa de CO2 emitida en relación con el tamaño de la embarcación y el tiempo de operación.
Una solicitud que no ha sido bien acogida por los ecologistas, quienes acusan al sector de los cruceros de tratar de modificar las regulaciones a su conveniencia. Además, las tensiones entre los cruceros y las ciudades portuarias han aumentado en los últimos años, con prohibiciones en lugares como Venecia y Ámsterdam debido a preocupaciones sobre el exceso de turismo y la contaminación.
El indicador de intensidad de carbono producirá datos sobre la eficiencia de carbono de las embarcaciones en el futuro, bajo las normas de la OMI, que deberán revisarse en 2026. Algunos críticos argumentan que las regulaciones actuales favorecen a las embarcaciones que pasan más tiempo en el puerto, lo que puede tener un mayor impacto en las emisiones contaminantes en las ciudades portuarias.