El tráfico en las autopistas de peaje españolas arrancó el año con una media diaria de 12.219 vehículos en enero, el menor dato mensual contabilizado desde comienzos de 1997 y que arroja además una caída del 1,6 % con respecto al mismo mes de 2013, cuando se registraron 12.416 vehículos.
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, la intensidad media diaria de estas autopistas en enero pasado representó además un descenso del 40 % desde los máximos que se registraban en dicho mes durante 2007, antes del estallido de la crisis económica.
Además, el tráfico registrado en enero fue un 12,7 % inferior al contabilizado un mes antes, en diciembre de 2013.
Hay que remontarse 17 años, hasta enero de 1997, para encontrar unos datos de tráfico mensuales tan bajos. En dicho mes, la intensidad media diaria de las autopistas de peaje fue de 11.585 vehículos.
Cualquier mal dato es siempre susceptible de empeorar
Este nuevo retroceso se produce después de que el tráfico en las autopistas de peaje españolas cerrase 2013 con una media diaria de 15.864 vehículos, el 33,6 % menos que en los máximos que se registraban en 2006, antes de la crisis económica, y una caída del 4,9 % frente a un año antes.
Con los datos de 2013, el tráfico en las vías de peaje sumó seis años consecutivos de descensos, una tendencia que comenzó en 2007.
Por la red de autopistas estatales de peaje, que desde que comenzó la serie histórica en 1990 se ha incrementado un 50 % hasta los 2.568,7 kilómetros, circularon en enero una media diaria de 2.060 vehículos pesados, el 1,6 % más que en el mismo periodo de un año antes.
Atendiendo al tráfico de las autopistas de peaje con problemas económicos, la Intensidad Media Diaria de la R-3 cayó un 17 %, la de la R-5 un 13,8 %, la de la R-2 un 9,8 %, y la de la R-4 descendió un 8,2 %. Además, el tráfico medio de la AP-36 cayó un 2,8 % y el del Eje Aeropuerto el 3,5 % en enero. Sin embargo, el de la AP-7 subió un 9,8 % en el primer mes de 2014.
El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, ha reconocido que el hecho de que se haya prolongado hasta julio el plazo para el convenio de acreedores de la AP-36 "otorga un poco más de tiempo" para hacer frente a los problemas económicos que atraviesan las autopistas de peaje.
En este sentido, ha asegurado que se sigue negociando con el Ministerio de Hacienda cuál es la mejor alternativa, bien la liquidación o crear una empresa público-privada para aglutinar estas carreteras, un problema complejo para el que las soluciones no son fáciles, agregó.
La liquidación costaría 5.000 millones al Estado
La eventual liquidación de la decena de autopistas de peaje, actualmente en riesgo que quiebra, supondría un coste para el Estado de unos 5.000 millones de euros, según estima la patronal de grandes constructoras Seopan.
La asociación considera que la mejor opción sería su integración en una sociedad pública de autopistas, incluso aunque finalmente sea de capital 100% estatal. En su opinión, constituir una empresa nacional de autopistas "no supone ningún rescate" para el sector, dado que, según asegura, las concesionarias de las vías ya dan por perdidos 1.800 millones de euros.
En cuanto a la eventual opción de la liquidación, Seopan avisa de que, además del coste que supondría para el Estado, también provocaría un enfrentamiento judicial de las principales empresas del sector con el Gobierno, al que reclamarían más de 2.300 millones de euros y que duraría varios años.