Existen condicionantes físicos que pueden suponer un impedimento para el desarrollo de ciertas actividades.
Los cambios producidos en el tejido empresarial, sumados a la situación en la que se encuentra una parte importante del mercado de naves industriales, hacen que el alquiler o venta de una de estas instalaciones en España sea bastante más complicado que años atrás.
Antes, el inquilino o comprador asumía sin demasiados problemas las mejoras que cada activo requiriese, pero ahora el estado de las naves se ha convertido en un factor determinante y el propietario ha de conocer todas las carencias o ventajas que posee el inmueble desde el punto de vista normativo.
Las instalaciones deben cumplir una serie de requisitos estipulados en la regulación vigente, tal y como señalan desde Tectram Enginyers, que explica que serán más o menos competitivas en función del grado de adaptación a la misma.
Por este motivo, cada vez más propietarios contratan servicios de auditoría normativa, que les ayudan a resolver las situaciones de incompatibilidad, en las que se pone de manifiesto que el desarrollo de una actividad en esta ubicación no se adecua a la normativa vigente.
Tipos de incompatibilidades
Esto puede deberse a una incompatibilidad urbanística o de carácter propiamente normativo. Por ejemplo, El Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales prohíbe la instalación de una actividad con riesgo de incendio alto en una nave de tipo A.
También puede suceder que, aunque no exista una incompatibilidad de este tipo, es necesaria una elevada inversión para aplicar medidas correctoras que permitan cumplir con los requerimientos que establece la regulación vigente.
Asimismo, existen condicionantes físicos que pueden suponer un impedimento para el desarrollo de ciertas actividades y imposibilitan el desarrollo de la actividad que se pretende implantar. Esto exige la implantación de medidas correctoras que pueden comprometer la distribución o configuración de los espacios y el desarrollo de la actividad.
Las auditorías normativas pretenden ayudar al propietario a descartar escenarios de incompatibilidad y analizar los factores legales en cada caso, para cuantificar, minimizar y optimizar la inversión que le permitirá hacer más competitivo y atractivo el inmueble y conseguir una ocupación lo más prolongada posible.
En muchas ocasiones el coste que se debe afrontar es excesivo, y sumado a la tipología de nave hacen que no tenga retorno. Ese sería el momento de valorar la opción de empezar de cero, que a veces es la única alternativa en determinadas zonas con una gran escasez de producto industrial adaptado a las actuales exigencias de mercado.