Los comerciantes minoristas y mayoristas de la Unión Europea tendrán que invertir hasta 600.000 millones hasta 2030 para garantizar el futuro del sector.
Esta es una de las conclusiones del estudio de McKinsey & Company y EuroCommerce, ‘Transformando el sector minorista y mayorista de la UE’, que estima que el sector debe satisfacer las demandas del consumidor, descarbonizar la industria y responder al crecimiento del e-commerce, invirtiendo hasta un 1,6% adicional de sus ingresos anuales.
El gran aumento de los precios de la energía y la inflación récord, la pandemia, las interrupciones en la cadena de suministro y la guerra en Ucrania han hecho que muchos actores aplacen la inversión para proteger su viabilidad económica, pero deben encontrar formas de transformar el sector de manera equilibrando los objetivos a corto y largo plazo.
Los minoristas y mayoristas de la UE invierten la mitad de lo que se destina en otras regiones, una brecha que podría convertirse en una desventaja para los europeos, que utilizan un 3,6% de sus ingresos frente al 6,7% de las compañías norteamericanas.
En ese sentido, se deberían invertir entre 315.000 y 600.000 millones en la transformación de la sostenibilidad, la digitalización y las competencias profesionales y captación de talento del sector. El reto está en que los responsables políticos lo reconozcan como un sector esencial para todos los ciudadanos, pues necesitarán apoyo para estas inversiones.
Triple eje de la transformación
La transformación del sector en materia de sostenibilidad debería verse beneficiada por una inversión de hasta 335.000 millones para reducir el impacto de la volatilidad de los precios de la energía, y promover la sostenibilidad en la cadena de valor.
A su vez, la transformación digitalse debería beneficiar de una inversión de hasta 230.000 millones para que el sector evolucione hacia una industria verdaderamente omnicanal. Esta inversión impulsaría la automatización de la cadena de valor, ampliaría la analítica avanzada y modernizaría las TI.
En cuanto a las competencias profesionales y la captación de talento, debería aportarse una inversión adicional de hasta 35.000 millones para ayudar a ampliar los programas de aprendizaje y apoyar la evolución de las competencias que permitirían las otras dos transformaciones.
Actualmente se invierte el 1,5% de los costes laborales en formación, aunque la mayoría de encuestados espera que aumente entre un 5% y un 25% en los próximos años. El informe indica la necesidad de contar con planes de desarrollo para los trabajadores, una formación actualizada y condiciones laborales atractivas.
Con todas estas inversiones, los minoristas y mayoristas podrían aumentar su resiliencia, apoyar los esfuerzos europeos de descarbonización y desbloquear nuevas oportunidades de negocio.
Esto ayudará a avanzar hacia unos modelos de negocio más eficientes, robustos y sostenibles, a ofrecer a los consumidores más opciones y comodidad, atraer y retener el talento, y beneficiar a los empleados con más formación y desarrollo profesional permanente.