La tecnología, arma imprescindible en la construcción de activos logísticos

La aplicación de los últimos avances tecnológicos a la construcción de instalaciones logísticas facilita desarrollos más rápidos, con el mínimo margen de error y en mejores condiciones, adaptados a los requerimientos del cliente.

03/12/2018 a las 0:48 h

El uso de las nuevas tecnologías en el diseño y construcción de naves logísticas, así como en su uso posterior, se ha convertido en una constante en el sector, que las utiliza incluso para mejorar los procesos productivos que se llevan a cabo en las instalaciones, una vez terminadas.

La metodología BIM, la inteligencia artificial, el Big Data o la impresión 3D son solamente algunos de los avances que han marcado un antes y un después, a los que se suman los drones utilizados para vigilancia o los vehículos autónomos. Todos ellos permiten aumentar la productividad y reducir los costes.

Asimismo, facilitan una mejor planificación de los proyectos, que pueden desarrollarse de manera más eficiente. Así lo atestigua un estudio elaborado por Sage sobre el impacto de las tecnologías en la logística, según el cual la industria puede beneficiarse ahora de amplios conocimientos que antes hubiera tardardo semanas o meses en procesar.

La clave para sacar el máximo partido de todos estos avances es integrarlos con los sistemas ya establecidos, de modo que los trabajadores encuentren nuevas vías de producción que les permitan mejorar la eficiencia de la construcción.

El BIM ha llegado para quedarse

El BIM es un sistema de modelado de información sobre la construcción. Es una herramienta indispensable para los edificios logísticos que ayuda a definir e implementar los procesos productivos en el edificio y adecuarlos a las características concretas de la instalación.

En muy poco tiempo, esta metodología está alterando el trabajo en las diferentes fases de diseño, construcción y explotación. No se trata únicamente de una representación visual del edificio, sino que se fundamenta en datos. Si alguno varía, también lo hace el diseño final y los elementos del proyecto que se vean afectados.

Esto genera un gran ahorro de tiempo, así como una optimización del proceso, lo que lleva a una mayor rentabilidad y calidad del proyecto. Sobre la construcción virtual, se pueden obtener cálculos muy precisos de instalaciones, mediciones y presupuestos, así como información muy valiosa sobre la eficiencia energética.

Si antes era necesario paralizar el proyecto cuando surgía algún contratiempo o se detectaba algún error, ahora puede realizarse una corrección a través del BIM, que permite actualizar la información de forma rápida y eficaz.

[sumario]La planificación de inmuebles logísticos con herramientas tecnológicas permiten un alto grado de personalización y adaptación a las necesidades de cada cliente.[/sumario]

En la fase de construcción, este sistema permite realizar una planificación de las actuaciones a llevar a cabo a través de una recreación tridimensional e incorporar las diferentes modificaciones acordadas, con lo que se va generando una imagen del edificio exactamente igual al original.

Al mismo tiempo, esta tecnología puede combinarse con la realidad aumentada y la inteligencia artificial. De este modo, es posible comparar el avance real del proyecto con las previsiones que se habían efectuado al iniciarlo.

Por otro lado, las impresoras 3D están haciendo sus primeras incursiones en el ámbito inmologístico, simplificando la creación de moldes o prototipos. Esto permite ahorrar en los materiales, así como en el tiempo empleado en su construcción, reduciendo los costes de mano de obra.

El uso de estos sistemas no afecta a la estabilidad de las estructuras. Es más, en China ya han logrado levantar edificios con impresoras que producen por capas todos los materiales para la correspondiente instalación, mientras que en Estados Unidos han desarrollado un proyecto que combina este tipo de producción con la robótica.

La utilidad de estas herramientas va más allá de la construcción de las instalaciones, pues pueden utilizarse para su gestión a lo largo de todo el ciclo de vida, para recabar datos sobre su funcionamiento o para realizar evaluaciones de riesgos.

Mejora de procesos

Atendiendo a los usos de las instalaciones logísticas, hay numerosos avances que facilitan los procesos productivos. Entre ellos, destacan los que tienen que ver con la cadena de frío.

Estos centros exigen el cumplimiento de unos requisitos específicos para el mantenimiento de diferentes temperaturas según las áreas. Su diseño debe adaptarse por completo al tipo de productos que se manipulan en la instalación, que a su vez debe integrar diferentes tecnologías para el control de la temperatura o la humedad.

Una de las más utilizadas es la de radiofrecuencia o RFID, capaz de proporcionar información sobre la ubicación o condiciones en que se encuentra un producto, independientemente de si permanece en la instalación o va camino de su destino final.

Ahora puede realizarse una corrección a través del BIM, que permite actualizar la información de forma rápida y eficaz. Ahora puede realizarse una corrección a través del BIM, que permite actualizar la información de forma rápida y eficaz.

En esta línea, cada vez surgen más sistemas para garantizar la eficiencia energética en los procesos de frío, para lo que es preciso realizar un estudio detallado de cada instalación, teniendo en cuenta sus usos y cuál es la temperatura indicada en cada circunstancia.

Otra de las innovaciones de los últimos años en la construcción son los suelos sin juntas. Normalmente las juntas tienen su origen en la misma construcción, para evitar columnas o muros, o producirse por cortes o por la unión de tiras individuales a lo largo del pavimento, pueden provocar numerosos problemas con el paso del tiempo por el paso continuo de las carretillas.

El uso cada vez más extendido de suelos sin juntas para facilitar las operaciones logísticas permite adaptar una misma instalación a la actividad de diferentes sectores. Los centros logísticos exigen un pavimento que resista el paso de carretillas y otras maquinarias.

Su demanda ha aumentado en los últimos años, especialmente por su comodidad y resistencia. Generalmente, incluyen fibras de acero u otros aditivos que evitan que el suelo termine agrietándose. Además, requieren un mantenimiento menor que los suelos convencionales.

La ausencia de juntas aumenta la versatilidad de las instalaciones y permite una mejor adaptación a las diferentes necesidades de almacenaje sin afectar a la operatividad. De hecho, estas separaciones son responsables de la mayor parte de los problemas que acumulan los pavimentos, ya que dificultan el paso de las máquinas, obligando a realizar paradas en la producción.

Los suelos sin juntas eliminan esta clase de inconvenientes, así como los problemas causados por el alabeo en los bordes de las losas y en las juntas, lo que supone una mejora en el uso de maquinaria, evitando los posibles tableteos y los impactos del paso del tráfico. También se reduce el desgaste de las piezas y ruedas de las carretillas, aumentando la comodidad de los operarios.

Los avances en el ámbito de la construcción, especialmente en tecnologías como el BIM, son hasta el momento menores que los existentes en otros países, pero las empresas españolas están demostrando su fuerte compromiso con el cambio, tratando de no quedar rezagadas en una carrera en la que se juegan demasiado. Esto les está llevando a incorporar cada vez en mayor medida nuevos desarrollos que resultan fundamentales para formar parte del futuro.

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