Desde antes de que se desatara la crisis sanitaria ya se venían observando tendencias contrapuestasque habían ido introduciendo crecientes tensiones en las relaciones comerciales internacionales.
Además, la pandemia de coronavirus ha introducido en este marco un alto grado de incertidumbreque está obligando a los responsables de las cadenas de suministro de todo el mundo a repensar el funcionamiento de todo el ecosistema logístico, con el fin de adaptarlo a las nuevas condiciones que marca un nuevo tiempo.
En este contexto emergen algunas tendenciasque parecen querer dibujar la gestión logística en el futuro inmediato.
Entre ellas se encuentran la colaboración, una gestión más precisa de la información que genera la información en movimiento a lo largo de la cadena o un conocimiento más exhaustivo de los clientes, a partir de segmentaciones ajustadas, y, consecuentemente, de la demanda.
Agilidad y flexibilidad por encima de todo
Así mismo, entre todas ellas parece que la tendencia que se lleva la palma es la agilidad, a tenor de los expertos participantes en el Congreso de Innovación Logística organizado este pasado martes por Slimstock, en formato on-line por primera vez, como consecuencia del coronavirus.
Desde hace ya algunos años viene hablándose de la necesidad de aportar flexibilidad a la gestión logística, con el fin de que las cadenas de suministro estén en condiciones de responder ante cualquier variación del mercado en el menor tiempo posible.
Sin embargo, en un escenario tan volátil como el actual, en el que se han roto muchos de los paradigmas que hasta ahora parecían infalibles dogmas, ahora la flexibilidad y la agilidad parece la única solución para lidiar de la mejor manera posible con la incertidumbre que parece haber dejado la crisis sanitaria en todo el planeta como una indeleble secuela global.
En este marco, la gestión logística tiene que ser capaz de trabajar con grandes volúmenes de datos para extraer lo realmente fundamental de todos ellos y, de este modo, poder generar información a tiempo real que permita elaborar sobre bases diarias escenarios de trabajo que permitan leer las tendencias subyacentes en la evolución de un mercado cambiante y exigente y, de este modo, poder reaccionar a tiempo.